Casi todos los italianos poseen una casa y las personas de la tercera edad gozan una pensión generosa
Esto por el excedente producido durante el llamado ‘milagro económico’, posterior a la Segunda Guerra Mundial
El fenómeno lo analiza el sociólogo Luca Ricolfi en el libro La Societa Signorile di Massa
“Una sociedad opulenta en la que la economía ya no crece y los ciudadanos que tienen acceso a la abundancia sin trabajar son más numerosos que los que trabajan”, dice Ricolfi
Lo que se refleja en una población de 2 ancianos por cada menor de 15 años y una tasa de dependencia del 36%, según el Banco Mundial
Esto ha provocado economía estancada, desempleo crónico, baja productividad y una burocracia ineficiente
Todos estos factores apuntan a un declive de la llamada ‘dolce vita’