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Por qué dormir es importante si eres jefe (o el presidente de EU)

Los líderes injustos, volubles, inconsistentes y poco carismáticos podrían deber todas sus características a un factor muy simple: la falta de sueño, según los resultados de diversos estudios científicos.

CIUDAD DE MÉXICO.- Todas las tareas y obligaciones diarias hacen que el sueño quede relegado en la vida de muchas personas, pero no dormir bien puede impactar de una manera importante tu labor y convertirte en un jefe injusto, irascible e ineficiente.

Y sólo para que te des una idea de la importancia de dormir las horas necesarias: Donald Trump ha dicho que duerme cuatro o cinco horas cada noche...

Pese a que los especialistas recomiendan entre siete y nueve horas de sueños para las personas mayores de 18 años, un 28.4 por ciento de los mexicanos duermen menos de siete horas, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016, y el porcentaje de quienes llega casi al 31 por ciento en las áreas urbanas y a 38.1 por ciento en la Ciudad de México.


Son ampliamente conocidos los impactos que tiene en la salud el dormir poco, como el aumento en la probabilidad de sufrir sobrepeso, obesidad, diabetes, enfermedades cardiacas o depresión, pero aquí te presentamos cómo afecta a tus habilidades para ser un buen líder.

Serás más injusto
Un estudio realizado por profesores de la Universidad de Virginia y de Washington mostró que cuando los jueces duermen menos dictan sentencias más severas.

En el ámbito laboral, esto sugiere que los directivos que duermen pocas horas podrían ser más propensos a reaccionar punitivamente cuando se enfrentan a situaciones en las que sus subordinados comenten errores.

Un ambiente de trabajo justo implica que los castigos corresponden con la severidad de la infracción, pero tu falta de sueño puede provocar que tomes medidas desproporcionadas y que los miembros de tu equipo se sientan inseguros ante tu manera de liderar.

Tendrás poco control emocional
Las personas que duermen poco son más propensas a interpretar de manera negativa los estímulos que reciben, explica Christopher M. Barn, académico de la Universidad de Washington.

Además, estas personas ven una reducción en su capacidad de regular las emociones negativas, lo que las hace más proclive a reaccionar con enojo. Y si aún no lo crees, sólo piensa en lo que le pasa a un niño cuando no ha dormido lo suficiente.

La explicación fisiológica descansa en el hecho de que el autocontrol ocurre principalmente en el córtex prefrontal de tu cerebro y se impulsa con el uso de la glucosa almacenada, pero la falta de sueño provoca que la reserva de glucosa se agote, por lo que te quedas sin combustible para ser la mejor versión de ti mismo.

Será como si trabajaras borracho
Puedes poner en riesgo tu seguridad y la de tus compañeros. Dormir aunque sea pocas horas menos de las necesarias durante varios días tiene el mismo impacto en tu capacidad cognitiva que estar ebrio, según las conclusiones de un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, y la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda.

Y si tu como jefe nunca irías a trabajar borracho ni permitirías a un empleado hacerlo, ¿por qué no poner atención a las horas de sueño?

Serás menos productivo
Cuando tienes sueño es más difícil que te concentres en tus tareas, por lo que tardarás más en realizarlas. También disminuyen tus niveles de creatividad, lo que afecta tu capacidad para ser un líder innovador y efectivo.

Tu motivación estará por los suelos
Otro de los resultados de no descansar lo suficiente es que tus niveles de motivación para realizar tu trabajo disminuyen notablemente.

Además, para lograr tus objetivos, necesitas inspirar a tu equipo, pero con la falta de sueño te será más difícil manejar tus emociones y tu habilidad para ser un líder carismático se reduce.

Darás un mal ejemplo
Si acostumbras presumir que duermes poco y envías correos electrónicos en la madrugada. O, peor aún, esperas que te contesten a esa hora, estás empujando a tus colaboradores a que duerman poco, es decir, estás provocando que sean menos productivos, menos creativos, que estén menos motivados y tengan más dificultades para controlar sus emociones. ¿Crees que eso suena como una receta para el éxito?

Ahora ya lo sabes, tu camino para ser un mejor jefe empieza en tu colchón.

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