En 2001 Elon Musk había vendido Paypal y estaba obsesionado con utilizar parte de su nueva fortuna para revitalizar el interés de los países en la carrera espacial, motivar al mundo a llegar y eventualmente colonizar Marte.
Se le ocurrió que la mejor opción era encontrar la manera de comprar un cohete espacial y lanzar una misión a Marte sin tripulación, el primer intento de compra fue con la compañía europea Arianspace, pero estaba muy por arriba de su presupuesto.
Durante el intento, se enteró que Rusia buscaba vender unos Misiles Balísticos Intercontinentales (ICBM por sus siglas en inglés) reconvertidos como cohetes. Tuvieron 3 reuniones. Durante las primeras dos, en las cuales se consumió mucho vodka y Musk tuvo que conseguir 5 mil dólares en medio de la noche, acordaron pagar 21 millones de dólares por tres ICBMs.
Durante la tercera reunión, los rusos cambiaron de opinión y pidieron 21 millones por cada uno. Este insulto, en lugar de desmotivar a Musk, lo hizo regresar a USA y buscar soluciones.
Durante el vuelo a Londres, hizo una lista de lo necesario para construir un cohete, calculando la materia prima y sus costos.
El pensamiento de primer principio le permitió saber el costo real de un cohete ignorando las premisas de la industria en su momento. Decidió en ese momento crear la compañía SpaceX.
SpaceX es la primera compañía privada en llegar a la órbita, la primera compañía privada en lanzar, orbtiar y recuperar una nave espacial y la primera compañía en llevar astronautas a la estación espacial internacional.
Elon Musk es uno de los mayores promotores del pensamiento de primer principio.
El pensamiento de primer principio busca la verdad ignorando suposiciones. Es una idea o supuesto que no puede derivar de otra idea o supuesto.
La mejor forma de hacerlo es tomando un problema, creencia o idea compleja, desconstruirlo en su mínima expresión, para ser analizado y construido de nuevo.
Es no asumir cuánto cuesta un cohete por el precio de lista en el mercado, sino sumar las materias primas, insumos y mano de obra necesarios para construirlo.
Elimina el ruido de creencias falsas que limitan la innovación. Si no comes 3 veces no puedes estar saludable, la gente quiere un caballo más rápido no un auto, el costo de las baterías hacen de los autos eléctricos demasiado caros para ser viables.
El cuestionar es el alimento de la innovación, también puede ayudarte a eliminar ideas falsas que ponen freno a tu desarrollo, por ejemplo, soy malo con matemáticas, tengo mala memoría o no podría con esa rutina de ejercicio.
Aquí algunos tips para ayudarte a clarificar tus ideas desde primer principio:
- Cuestiona tus suposiciones, ¿Cómo sé que esto es una verdad absoluta?
- Busca evidencia. ¿Cómo puedo demostrar esta verdad? ¿Qué fuentes verídicas confirman esto?
- Busca ideas contrastantes ¿Qué piensan otros? ¿Cómo sé que estoy en lo correcto?
- Nunca aceptes el famoso “siempre se ha realizado así”, sin antes buscar y analizar si es la mejor manera.
Hasta la próxima semana, Manuel.