Sorprendentemente los monos capuchinos no solo participan en intercambios, sino que también muestran comportamientos financieros complejos. Esta es la premisa de un fascinante estudio realizado por investigadores de Yale, titulado “How Basic Are Behavioral Biases? Evidence from Capuchin Monkey Trading Behavior”. Los resultados no solo son inesperados, sino que también ofrecen valiosas lecciones sobre nuestros propios sesgos evolutivos y decisiones económicas.
El Experimento: Monos Capuchinos en el Comercio
Los investigadores enseñaron a los monos capuchinos a usar fichas como dinero para intercambiar por comida. Los monos rápidamente aprendieron a valorar estas fichas, usándolas para adquirir sus snacks favoritos. A lo largo del experimento, los científicos observaron patrones de comportamiento que reflejan similitudes con los humanos.
Sesgos Humanos en Monos
Uno de los resultados más reveladores fue la manifestación del “efecto dotación” que también denota aversión a la pérdida. Este sesgo se refiere a la tendencia a valorar más lo que ya poseemos en comparación con lo que no poseemos, simplemente porque es nuestro. Los monos, al igual que los humanos, demostraron que valoraban más las fichas que ya tenían en su poder que las que podían obtener.
Curiosidades y Comportamientos Inesperados
Los monos capuchinos también mostraron una clara aversión a las pérdidas. Prefirieron evitar una pérdida potencial en lugar de obtener una ganancia equivalente, un comportamiento que refleja nuestras propias decisiones financieras irracionales. Este comportamiento es explotado por expertos en ventas, aplicaciones y casinos, tenerlo en mente nos puede ayudar a contrarrestar el efecto.
Otro momento sorprendente del estudio ocurrió cuando los monos mostraron intentos deliberados de engañar. Por ejemplo, algunos monos escondían fichas o intentaban obtener más comida de la que les correspondía. Estos comportamientos sugieren un nivel de astucia y cálculo que los investigadores no esperaban encontrar.
En el estudio, los investigadores observaron que los monos capuchinos no siempre aceptaban ofertas de comida gratuita de la misma manera; su respuesta variaba según el contexto de la oferta.
Por ejemplo, si la comida gratuita era parte de un intercambio que implicaba una cierta condición o restricción, los monos evaluaban la situación y tomaban decisiones que parecían considerar más que solo el valor inmediato de la comida. Este comportamiento sugiere que los monos no solo reaccionaban de manera instintiva. En lugar de simplemente aceptar cualquier comida gratuita, los monos parecían sopesar las circunstancias y tomar decisiones que optimizaban sus beneficios a largo plazo.
Lo interesante es que refleja un nivel de toma de decisiones complejas y valoraciones contextuales que se pensaba eran exclusivas de los humanos. Esta capacidad de los monos para responder de manera diferente según el contexto sugiere que la toma de decisiones financieras irracionales y contextuales no es únicamente un fenómeno humano, sino que tiene raíces profundas en nuestra biología evolutiva.
Este tipo de comportamiento muestra que la capacidad de valorar y tomar decisiones basadas en el contexto es algo que compartimos con otros primates, lo que subraya cómo algunos de nuestros sesgos y comportamientos financieros tienen bases biológicas que se han desarrollado a lo largo de la evolución.
Reflexiones Sobre Nuestros Propios Sesgos
Este estudio nos muestra que nuestros sesgos no son simplemente errores de juicio, sino comportamientos enraizados en nuestra biología. El hecho de que los monos capuchinos, con un cerebro mucho más pequeño y menos desarrollado que el nuestro, exhiban estos mismos sesgos, sugiere que muchas decisiones financieras irracionales tienen raíces evolutivas.
La Importancia de Reconocer y Mitigar Sesgos
Reconocer estos sesgos y entender su origen puede ayudarnos a ser más conscientes y racionales en nuestras decisiones. Desde el comercio hasta las decisiones cotidianas, aprender a identificar y mitigar estos sesgos puede tener un impacto significativo en nuestra vida y nuestras finanzas.
La próxima vez que enfrentes una decisión financiera, recuerda que nuestros sesgos tienen raíces profundas y pueden influir en nuestras elecciones sin que nos demos cuenta. Aquí hay algunas formas de mejorar nuestras decisiones y mitigar estos sesgos:
1. Consciencia del Efecto Dotación: Pregúntate si estás valorando algo más solo porque ya lo posees. Evalúa objetivamente si esa posesión realmente tiene el valor que le asignas.
2. Evitar Aversión a la Pérdida: Reconoce que el miedo a perder puede llevarte a decisiones irracionales. En lugar de centrarte en lo que podrías perder, considera las posibles ganancias, toma riesgos calculados considerando probabilidades y analiza resultados de manera equilibrada.
3. Cuestiona tus Decisiones: Antes de tomar una decisión importante, haz una pausa y reflexiona sobre si algún sesgo podría estar influyendo en tu juicio. Consultar con un tercero puede ofrecer una perspectiva diferente y ayudarte a tomar una decisión más informada.
4. Educación Continua: Mantente informado sobre los sesgos cognitivos y cómo afectan nuestras decisiones. La educación es una herramienta poderosa para identificar y superar estos patrones de comportamiento.
Este estudio sobre los monos capuchinos nos brinda una oportunidad para entender nuestras propias decisiones y comportamientos. Al comprender y abordar nuestros sesgos, podemos tomar decisiones más racionales y mejorar nuestra vida financiera y personal.
Hasta la proxima, Manuel.