Luego de oscilar entre alzas y bajas, los mercados de capitales en Wall Street se recuperaron de su peor tropiezo en cuatro meses, aunque con saldo mixto sobre el cierre, en línea con el desempeño en Europa y Asia.
La calma regresó momentáneamente tras la tormenta generada por el desarrollador chino Evergrande, en el inicio de la reunión de dos días de la Reserva Federal.
El índice S&P 500 perdió 0.08 por ciento, a las 4 mil 354 unidades; el Promedio Industrial Dow Jones retrocedió 0.15 por ciento, a los 33 mil 919 puntos, y el Nasdaq avanzó 0.22 por ciento, a los 14 mil 746 puntos.
Después de las caídas del lunes en Wall Street y Europa, los mercados asiáticos reabrieron en calma tras un feriado. En tanto, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años se mantuvo en 1.32 por ciento y el petróleo volvió a subir por encima de los 70.56 dólares el barril, junto con el oro.
Sobre Evergrande, S&P Global Ratings dijo que la empresa está al borde de la quiebra, empujando más pérdidas en los bonos y acciones del conglomerado endeudado. La agencia señaló que creían que las autoridades de Beijing solo intervendrían si el fracaso de Evergrande conducía a un contagio de gran alcance que amenazara la economía de China.
Si bien la venta masiva del mercado global del lunes ciertamente fue estimulada por el posible incumplimiento por parte del desarrollador, la escala y el momento de cualquier colapso siguen sin estar claros. El pago de intereses de 83.5 millones de dólares del jueves sigue siendo el foco de atención de los inversionistas por ahora.
Paul Donovan, economista en jefe de UBS a nivel global, señaló que los mercados financieros han ignorado la macroeconomía y se han centrado en el destino de la empresa inmobiliaria china Evergrande (los mercados financieros chinos están actualmente cerrados). Las preocupaciones macroeconómicas al respecto son limitadas, pero existe una prima de riesgo potencial en torno a la incertidumbre normativa y política china. Este riesgo de incertidumbre es de naturaleza específica de China.
En el frente de política monetaria, la Fed comenzó su reunión de dos días, si bien los economistas no esperan que se anuncie el inicio de la reducción hasta la reunión de noviembre, el encuentro de este mes del FOMC, probablemente insinuará ese movimiento para preparar a los inversionistas.
En proyecciones económicas, un informe de la OCDE elevó los pronósticos de inflación para casi todos los países del Grupo de los Siete para este año y el próximo, y dijo que los riesgos de precios a corto plazo están al alza. El Banco de Japón, el banco central de Noruega, el Banco de Inglaterra y la autoridad monetaria de Brasil también tomarán decisiones esta semana.
En línea con lo ocurrido a nivel global, los mercados locales volvieron a ver pizarras verdes en sesión con pocos indicadores disponibles y actualizaciones de proyecciones de la OCDE.
El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) subió 0.53 por ciento, a 50 mil 828 puntos. En tanto, el FTSE BIVA ganó 0.55 por ciento, a mil 48.06 unidades.
Durante la sesión destacó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) actualizó su proyección de crecimiento para la economía mexicana, esperando un avance de 6.3 por ciento en el 2021, por arriba de la estimación anterior de 5.0 por ciento. Para el 2022 la organización estima un crecimiento del PIB de México de 3.4 por ciento. Con respecto a la inflación, la OCDE estima que esta se ubicará en 5.4 por ciento en 2021, por arriba del 4.1 por ciento respecto al reporte anterior, mientras que para el próximo año estima una tasa de inflación anual de 3.8 por ciento.