La moneda mexicana se ubicó el viernes en su mejor nivel en poco más de dos años, ante la debilidad que muestra la divisa estadounidense en los mercados globales, y por el diferencial en las tasas de interés locales frente al exterior, que hacen atractiva la inversión en activos financieros denominados en pesos y favorecen la apreciación de la divisa nacional.
La moneda cerró la semana anterior en 19.6064 unidades, su mejor nivel frente al dólar en la época pos-Covid, desde marzo del 2020. En lo que va del año acumula una apreciación de 4.4 por ciento, su mejor desempeño para un periodo similar en los últimos cuatro años.
En las operaciones electrónicas, el peso extendía su racha positiva y ayer por la noche cotizaba en 19.565 unidades, de acuerdo con Bloomberg.
Analistas atribuyen la fortaleza del peso principalmente al diferencial de tasas de interés, pero también han favorecido las presiones inflacionarias, que se mantienen debido al conflicto en Ucrania, y los elevados precios del crudo.
“Los inversionistas están asimilando una postura más hawkish de la Junta de Gobierno de Banco de México mostrada en las minutas de su última reunión, que apunta a que el próximo movimiento será de 75 puntos base”, indicó Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex.
Agregó que el índice dólar tuvo ligeras pérdidas al inicio de la sesión, manteniéndose cerca del nivel más bajo en un mes, ya que, después de conocer las minutas de la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal, los inversionistas reevalúan sus expectativas sobre futuras alzas de la tasa de los fondos federales, en medio de señales de que el banco central podría desacelerar o incluso detener su ciclo de ajuste a finales de este año.
“Observamos fuertes movimientos de acarreo (carry trade). En primer lugar, a pesar de que la Reserva Federal mantenga un tono hawkish, la reiteración en las minutas sobre un aumento de 50 puntos base en las próximas dos juntas ya estaba descontado por los mercados, lo que ayudó a aliviar a los mercados”, dijo Diego Laviada, analista de Masari.
Agregó que en segundo lugar el Banxico tiene un mucho más hawkish que antes. “Tanto la subgobernadora Espinosa como el subgobernador Heath han apoyado un aumento de 75 puntos base para la próxima reunión de política monetaria. Ante este escenario, hemos visto a un peso fuerte”, mencionó.
Si las perspectivas de política monetaria se mantienen tanto para México como para EU se podría continuar viendo un peso fuerte.
James Salazar, subdirector de análisis económico de CIBanco, señaló que los elementos más importantes fueron las minutas de la Reserva Federal, ya que el hecho de que no está en discusión el tema del aumento de 75 puntos base ayudó a la compra de activos de mayor riesgo, y por otro lado, es que se empieza a ver una discusión en la Fed sobre el tema de ‘pausar’ la política monetaria en septiembre.
Implicaciones
Laviada indicó que ante un dólar débil se puede esperar un aumento en el interés por economías emergentes, significando mayor inversión extranjera. “Por supuesto, todos estos escenarios serán dependientes a los pasos que tome la Reserva Federal, Banxico y por supuesto también a la agenda política del Gobierno federal”.
Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, indicó que la apreciación del peso afecta las exportaciones, porque salen más caras de manera relativa, en el exterior.
Agregó que la actual coyuntura, con la apreciación del peso y con la expectativa de que puede haber episodios de volatilidad, es negativa, porque no ayuda a planear a lago plazo. “Si bien el peso mexicano podría seguir ganando terreno, es elevado el riesgo de una corrección al alza del tipo de cambio, en particular si se presentan episodios de aversión al riesgo en los mercados globales o si regresa la especulación sobre el futuro de la política monetaria en Estados Unidos”, indicó.
James Salazar explicó que la apreciación del tipo de cambio tiene una implicación sobre los flujos de comercio exterior, ya que abarata las importaciones y encarece las exportaciones, en términos relativos.
Añadió que otro impacto indirecto es que un tipo de cambio fuerte evita la contaminación de la inflación local. También hay un efecto en las finanzas públicas, ya que un peso fuerte ayuda a bajar el costo de la deuda en dólares.
Destacó que los inversionistas extranjeros le están apostando al peso ya que están percibiendo fundamentales fuertes, independientemente del tema interno.
En ventanilla bancaria, el dólar se vendió en 20.06 unidades, según datos de Citibanamex.
Para el índice dólar de Bloomberg, que mide la fortaleza del billete verde frente a una canasta de 10 divisas, bajó 0.30 por ciento al ubicarse en mil 225.31 puntos.
Para el índice dólar (DXY), disminuyó 0.11 por ciento para ubicarse en 101.674 puntos.
“Esto se debe en parte a los flujos de dólares hacia México por exportaciones, que en 2022 se espera muestren un crecimiento anual del 10 por ciento con respecto al 2021, expectativa que podría ser revisada al alza. Asimismo, las remesas se ubican en niveles históricos y contribuyeron a un menor déficit de cuenta corriente en el primer trimestre de 1.9 por ciento del PIB”, dijo Siller.
Las principales monedas que ganaron frente al dólar fueron el dólar neozelandés, con 0.89 por ciento; el won surcoreano, con 0.89 por ciento; el zloty polaco, con 0.86 por ciento; la corona noruega, con 0.84 por ciento; el dólar australiano, con 0.80 por ciento; la lira turca, con 0.78 por ciento y el rand sudafricano, con 0.60 por ciento.