El vencimiento de las opciones estadounidenses de este viernes 21 de junio servirá para satisfacer a los operadores ‘hambrientos’ por volatilidad.
Según una estimación de la plataforma de opciones SpotGamma, el llamado triple witching, o ‘triple embrujo’ supondrá el vencimiento de unos 5.5 billones en opciones ligadas a índices, acciones y fondos cotizados.
A medida que desaparezcan los contratos, los inversores ajustarán sus posiciones, añadiendo una ‘ráfaga’ de volumen capaz de hacer oscilar las participaciones individuales.
El vencimiento de este trimestre se produce en momentos en que la volatilidad implícita en las opciones sobre el S&P 500 se mantiene cerca del nivel más bajo desde antes de la pandemia de coronavirus. El índice de referencia ha subido gracias a alzas en las acciones de Nvidia y otras empresas vinculadas a la inteligencia artificial. El vencimiento coincide con el reequilibrio del índice, cuando S&P Dow Jones Indices modifica las ponderaciones de las empresas y los ETF que siguen sus índices realizan ajustes similares.
El mercado podría enfrentar algo de turbulencia, dijo Scott Rubner, director gerente de la división de mercados globales y especialista táctico de Goldman Sachs.
La confluencia de acontecimientos de este viernes, así como la sesión del próximo 28 de junio, en la que se producirá una remodelación de los índices Russell, “serán sesiones de negociación explosivas, ya que hemos visto cómo los gestores de activos clásicos aprovechan más activamente el exceso de volumen y negocian tácticamente las posiciones”, escribió Rubner.
En esta ocasión el valor teórico de las opciones de compra es 11 veces superior al de las opciones de venta, según Brent Kochuba, fundador de SpotGamma. Se trata de un aumento con respecto al trimestre pasado, cuando la relación era de casi 5 a 1. La creciente diferencia indica una mayor demanda de exposición al alza, junto con un menor deseo de opciones de venta. En su opinión, también podría preparar a los índices de referencia y a los valores más negociados para ligeras caídas el viernes y a principios de la semana que viene.
“Las opciones tienden demasiado al alza”, afirmó Kochuba. “Las cosas empezarán a consolidarse y el mercado se volverá un poco más volátil”.
Aunque los inversores particulares apenas se percatarán de los acontecimientos, los operadores sí lo harán. Para ellos, los grandes vencimientos significan decisiones difíciles: renovar o compensar posiciones, o cerrarlas por completo. Las vueltas y revueltas pueden provocar giros añadidos, sobre todo en la última hora de negociación, conocida como “la hora de la triple brujería”.