Las negociaciones al interior de la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE, por sus siglas en inglés) dejaron pizarras en rojo este martes, ante el deterioro en el ánimo de los inversionistas propiciado por la posibilidad de ver restricciones comerciales más estrictas, las cuales serían impuestas por parte de Estados Unidos a China, y estarían relacionadas a las ventas de microchips.
Lo anterior se tradujo en fuertes caídas para las empresas de dicho sector, las cuales arrastraron consigo a los principales índices de renta variable de Wall Street. El Nasdaq registró una caída de 1.01 por ciento, en los 18 mil 315.59 enteros, le siguió el S&P 500 con una pérdida de 0.76 por ciento, cerca de las 5 mil 815.26 unidades y el Dow Jones con 0.75 por ciento menos, alcanzó los 42 mil 740.42 puntos.
Además, en esta jornada, las acciones de ASML Holdings se desplomaron 15.64 por ciento en el Euronext, luego de que la compañía de semiconductores informó que únicamente registró la mitad de los pedidos que los analistas estimaron para el tercer trimestre, ya que su cartera de pedidos ascendió a 2 mil 600 millones de euros, mientras las proyecciones apuntaban a 5 mil 390 millones de euros.
Los números rojos se registraron también en otros continentes como el europeo, donde los descensos más marcados fueron para el CAC 40 de Francia con 1.05 por ciento, mientras que del lado de Asia el Hang Seng en Hong Kong perdió 3.67 por ciento.
En contraste, el S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores refleja un avance de 0.73 por ciento, colocándose en los 52 mil 377.78 enteros y para el caso del índice estelar de la Bolsa Institucional de Valores, el FTSE-BIVA aumentó 0.84 por ciento, al ubicarse en los mil 77.03 puntos.
Los precios del petróleo registraron caídas de 4.40 por ciento para el West Texas Intermediate que se colocó en los 70.58 dólares por barril, y el referencial Brent con 3.54 por ciento menos, cotizó en los74.72 billetes verdes el barril, afectados por un mercado que se mantiene bien abastecido y las recientes bajas en las proyecciones de demanda mundial, esto mientras los operadores siguen detenidamente el desarrollo del conflicto en Medio Oriente.