Los participantes en el mercado de derivados en Estados Unidos aumentaron sus apuestas alcistas sobre el peso mexicano, en medio de la 'tormenta' desatada por las advertencias en torno al desempeño de Pemex y de la deuda soberana de México.
Las posiciones especulativas a favor de la moneda en el Chicago Mercantile Exchange (CME) subieron a tres mil 231 millones de dólares al pasado 19 de marzo, su mayor nivel desde el 12 de septiembre del 2017, de acuerdo con datos publicado por Bloomberg.
Los flujos netos de recursos en Chicago a favor del peso estaban en mil 827 millones de dólares, cuando la agencia Fitch Ratings bajó la calificación crediticia de Pemex de BBB+ a BBB- dejando la perspectiva en negativa.
Posteriormente, la agencia Moody's advirtió que el plan para Pemex presentado por el gobierno podría ser insuficiente. Finalmente, la agencia Standard & Poor's mantuvo la calificación de México en BBB+, pero modificó su perspectiva de estable a negativa, el primero de marzo.
Según los datos oficiales, el número de contratos a favor del peso en el CME se ubicó en 183 mil 614 al pasado 19 de marzo, lo cual representó un moderado aumento de 3.6 por ciento, con respecto al monto observado una semana antes. En contraste, los contratos que apuestan por una caída de la moneda mexicana ascendieron a 60 mil 727 millones de dólares, situación que significó un desplome de 40.6 por ciento, en el mismo periodo.
El comportamiento observado en el número de los contratos negociados en CME significa que los inversionistas optimistas a favor del peso aumentaron moderadamente, mientras que los pesimistas disminuyeron significativamente.
ANTICIPAN RIESGOS
Durante la semana pasada, después de registrar importantes avances en los primeros días, la moneda mexicana finalizó con una importante presión de baja, lo cual se puede reflejar en las posiciones en el mercado de futuros que se reportarán el próximo martes.
"Aunque en el balance semanal el peso se apreció, hacia adelante no se pueden descartar nuevas presiones al alza para el tipo de cambio ante factores externos e internos, pues hasta ahora la apreciación del peso ha sido consecuencia de un debilitamiento del dólar", sostiene en un documento Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base.
El viernes, el miedo se apoderó de los participantes del mercado cambiario por las sombrías expectativas sobre la economía global, situación que los llevó a disminuir sus posiciones en monedas emergentes, incluido al peso mexicano.
Es probable que el mínimo alcanzado por el tipo de cambio del peso con el dólar de 18.748 unidades, en el pasado 20 de marzo, sea un piso difícil de romper a la baja.
En lo próximos meses se espera un reacomodo en el mercado de cambio que no favorezca al peso mexicano, ante el mayor riesgo derivado de un menor crecimiento económico a nivel global y de la posibilidad de que el Banco de México pueda bajar su tasa de referencia en al segunda parte del año.