Los participantes de los mercados se están dando a la tarea de encontrar señales de la forma en que Estados Unidos saldrá de su actual ciclo económico de recuperación más largo en su historia y de las repercusiones de lo que esto puede traer a nivel global y, en particular, en los esfuerzos para sacar adelante a la economía mexicana.
Los reportes del crecimiento económico durante el segundo trimestre de este año iniciaron con el 'pie Izquierdo'. En la segunda economía del mundo, China, se reportó que su Producto Interno Bruto (PIB) se desaceleró a 6.2 por ciento en este periodo, su ritmo más débil en al menos 27 años. Este resultado es en buena parte generado por la los efectos negativos de la guerra comercial con Estados Unidos.
Los participantes de los mercados se muestran preocupados por la posibilidad de que la desaceleración económica se pueda transformar en recesión, aunque también confían en que los bancos centrales puedan flexibilizar a tiempo sus políticas monetarias para tratar de evitarlo.
La pérdida de fuerza en la economía del gigante asiático es un factor que obliga a tener que llegar más rápidamente a un acuerdo comercial con Estados Unidos, para evitar un mayor deterioro en su actividad.
Mientras tanto, existe la expectativa de que los bancos centrales de Estados Unidos, China, Euro Zona, Japón, Inglaterra e, incluso, el Banco de México, puedan flexibilizar sus apoyos, en una primera instancia mediante tasas de interés más bajas, sin descartar la vuelta a una mayor compra de bonos para inyectar liquidez a los mercados, en caso necesario.
Una pérdida de fuerza o una recesión en la economía de Estados Unidos dificultará o retardará lograr un aumento promedio PIB de México del 4 por ciento, propuesto por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Mayores dificultades en el ámbito externo, obligarán a tener que dar un mayor énfasis a la estrategia de recurrir en mayor medida al motor del mercado interno, para impulsar a la economía en lo general.
En los últimos años, México no se ha podido subir a la locomotora de la recuperación económica en Estados Unidos.
El crecimiento de la economía estadounidense ha sido en promedio de 2.9 por ciento anual del 2018 al primer trimestre del 2019, mientras que la mexicana lo ha hecho en solamente 1.6 por ciento, con base en datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos y del Inegi.
Los pronósticos dominantes apuntan a esperar, por lo menos, un enfriamiento en la economía estadounidense para este este año, inclinándose por un 'aterrizaje suave' del más grande ciclo de expansión que se ha tenido, aunque una minoría no descarta la posibilidad de una recesión, sobre todo para el 2020.