A menos de un mes de que termine el año, la apuesta por el mercado accionario de países emergentes acumula ganancias superiores al 30 por ciento y, de mantener ese paso, otorgaría el mayor rendimiento anual desde la crisis de 2009.
Según especialistas, las mejores perspectivas de crecimiento económico y la recuperación de las monedas de esos países frente al dólar se encuentran entre los principales factores que aumentaron el apetito por este tipo de activos.
Los mercados accionarios de los países emergentes, medidos a través del MSCI Emerging Markets Index, superan al rendimiento obtenido por las bolsas de economías desarrolladas, que acumulan un rendimiento de 18.6 por ciento.
De acuerdo con el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), los flujos de capital dirigidos a inversiones en países en desarrollo sólo en noviembre fueron de 17 mil 100 millones de dólares, con lo que acumuló 12 meses consecutivos de flujos de entrada. Además, los flujos se ubicaron en un máximo de los últimos 45 meses, señala el organismo.
"El crecimiento económico más fuerte y el crecimiento en las utilidades de las empresas, así como los suministros de liquidez por parte de los bancos centrales, han impulsado las sólidas entradas de capital a los emergentes", explicó en una nota de análisis Emre Tiftik, subdirector de análisis del IIF.
Aunque el conjunto de países emergentes registra entradas récord de capital en el año, existe un comportamiento diferenciado entre las economías.
De acuerdo con información de Bloomberg, el país que más dinero ha recibido en 2017, sólo hacia fondos cotizados en bolsa es Brasil, con un total de 3 mil 98 millones de dólares. India, Vietnam, Colombia y Taiwán son los cuatro países que le siguen.
En contraste, el país que más capital ha visto salir de esta clase de activos es China, con un flujo negativo de 5 mil 67 millones, seguido de México, con 902 millones de dólares. Rusia, Tailandia, Perú y Sudáfrica siguen en la lista, con menos de 300 millones de dólares.
AMENAZA VOLATILIDAD
A pesar de las ganancias obtenidas en el año, la cautela podría reaparecer en los países emergentes. La volatilidad histórica de 30 días del índice MSCI Emerging Markets ha subido a su nivel más alto en casi 12 meses. El repunte de las oscilaciones se produjo tras el endurecimiento en la política monetaria de Estados Unidos y una ola compradora por acciones de tecnología.
Lo anterior podría atrapar a los inversionistas en una disyuntiva. Las acciones de países emergentes se ven atractivamente valoradas respecto a sus pares de economías desarrolladas. Ante un mayor crecimiento económico sincronizado a nivel global, podría haber más ganancias y los administradores de fondos podrían comprar en cualquier bajada.
Por otro lado, la era del dinero barato y bajos costos de endeudamiento van a la baja, lo cual podría significar problemas para los países emergentes.
"Es poco probable que las grandes ganancias en los activos de los mercados emergentes vistas este año y el pasado se repitan en 2018", escribieron analistas de Capital Economics.
Aun así, hay indicios de que las grandes oscilaciones de precios pueden estar llegando a su fin, al menos en el corto plazo. El índice CBOE Emerging Markets ETF Volatility, que refleja la volatilidad esperada de las opciones en el ETF iShares MSCI Emerging Markets, ha caído todo el mes. En otras palabras, el mercado no ve esta turbulencia como algo duradero.
Con información de Bloomberg*
Mercados