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Bonos de Pemex suben en era AMLO por petroprecios

El alza en el crudo le ha permitido a estos instrumentos mitigar los eventos negativos; desde noviembre de 2018, la mezcla mexicana de exportación acumula un aumento de 21.5%.

El comportamiento favorable observado en el mercado petrolero internacional ha sido el catalizador principal que ha sacado a flote a los precios de los bonos de Pemex, en medio de la 'tormenta' provocada por la evaluación de las calificadoras y de las dudas respecto a la estrategia de apoyos anunciada por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El precio del bono de Pemex, con vencimiento en marzo del 2027, uno de los más negociados en el mercado, acumula un incremento de 6.17 por ciento de diciembre del 2018 al cierre del pasado viernes.

El 'motor principal' que ha impulsado al alza al papel de deuda de Pemex ha sido el fuerte incremento en los precios del crudo, de 21.67 por ciento en el caso del West Texas Intermediate (WTI), de noviembre del año pasado a la fecha. En el mismo periodo el precio de la mezcla mexicana subió 21.5 por ciento.

"El comportamiento positivo en el mercado petrolero, le ha permitido a los precios de los bonos de Pemex asimilar el efecto negativo de eventos relacionados con las calificadoras y de las dudas y cambios generados por la estrategia del gobierno para sacar adelante a la empresa", indicó Gerardo Copca, director de análisis de MetAnálisis.

ENTRE CALIFICADORAS Y GOBIERNO

El precio de los bonos de Pemex han enfrentado una fuerte volatilidad, aunque con una tendencia positiva en lo que va del año.

Los altibajos han obedecido a las observaciones, e incluso, bajas en la calificación de la principal empresa del Estado y de los cambios de señales en la estrategia encaminada a mejorar su situación financiera y productiva.

En la semana pasada, el gobierno anunció que ya no le inyectaría a Pemex recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros (FEIP). La petrolera estatal de México recibirá ahora beneficios fiscales adicionales para revertir un declive productivo prolongado y contribuir a sanear sus finanzas.

"El cambio de señales en los apoyos a Pemex genera dudas en cuanto a su efecto en el compromiso de mantener finanzas públicas sanas" sostuvo Copca.

La decisión de no utilizar los fondos del FEIP y otros recursos de fideicomisos es positiva, debido a que son recursos que tienen un destino anticíclico, pero preocupa dónde va a sacar el gobierno los recursos para Pemex.

"Si no se quieren aumentar los impuesto ni hacer crecer la deuda, se debería dar un 'golpe de timón' y evaluar a mediano plazo obtener recursos para Pemex mediante su colocación en el mercado accionario" propuso el especialista.

Agregó que la estrategia para mejorar la situación de Pemex ha sido de cambios sobre la marcha, cuyos resultados se verán en el largo plazo y cuyo éxito dependerá también del comportamiento de los precios internacionales del petróleo.

La 'ola' de noticias negativas para Pemex empezó desde que inició el año. En enero Fitch Ratings rebajó la calificación crediticia de Pemex de 'BBB+' a 'BBB'-, y la colocó en perspectiva negativa. Moody's advirtió que el plan para la empresa era negativo para la calificación de México, el 22 de febrero, y en marzo Standard & Poor's bajó la perspectiva de la calificación.

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