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El rendimiento primario de los Cetes registró su mayor incremento en lo que va del año, debido a las presiones sobre el peso y un mayor crecimiento de la inflación en febrero.
De acuerdo con información del Banco de México, el mayor ajuste se observó en los Cetes de 182 días, los cuales registraron un aumento de 33 puntos base en la subasta primaria de valores gubernamentales de esta semana en comparación con la anterior, para quedar en 6.84 por ciento anual. Con este aumento, la emisión se seis meses regresó a la tasa registrada cuatro semanas antes.
Por su parte, la emisión de Cetes a 91 días quedó esta semana en 6.83 por ciento, tras un avance semanal de 18 puntos base, en tanto que los Certificados de 28 días se encarecieron 11 puntos base para quedar este martes en 6.81 por ciento.
Por el contrario, se registró una caída de 26.6 por ciento en la demanda de Cetes por parte de inversionistas, debido a que las posturas presentadas llegaron a los 58 mil 748.7 millones de pesos, 21.3 mil millones por debajo de los requerimientos presentados la semana anterior.
La mayor caída de la demanda de Cetes se observó en la emisión de 182 días, donde las posturas retrocedieron 28.6 por ciento respecto a la semana anterior; en tanto que para la emisión de 91 días, la demanda se redujo en 26.5 por ciento y para la de 28 días fue menor en 22.2 por ciento.
Pese a esto, la autoridad no tuvo dificultad para asignar la totalidad de los 20 mil 500 millones de pesos subastados este martes, y la demanda fue 2.9 veces a lo convocado por el banco central el pasado viernes.
De acuerdo con Banorte, la caída en la demanda de Cetes muestra que los inversionistas se encuentran a la espera de las próximas acciones que realizará Banco de México, esto luego de la fuerte depreciación del peso frente al dólar en las últimas sesiones.
Uno de los elementos a seguir es cómo va a afectar el aumento en el precio del dólar sobre el comportamiento de la inflación, que en los dos primeros meses del año aumentó por efecto del aumento a los salarios mínimos y el comportamiento de algunos productos agropecuarios.
Si bien el ajuste de los Cetes de esta semana reflejó el entorno de volatilidad que prevalece en los mercados financieros, la recuperación de la tasa real fue acotada por la mayor inflación observada durante febrero, 3.7 por ciento anual de acuerdo con el INEGI, la cual se situó en su nivel más bajo en más de un año.
De hecho, aún con el aumento registrado en los Cetes a 28 días, su tasa real se estima en 3.0 por ciento anual, en tanto que para los instrumentos de 91 días se calculó en 3.02 y en los papeles a plazo equivalente de seis meses llegó a 3.03 por ciento anual, niveles que si bien aún son atractivos, no reflejan el nivel de riesgo de la economía mexicana.
El mercado de dinero había anticipado presiones alcistas en las tasas de interés primarias, toda vez que "las tasas locales han observado presiones cercanas a los 30 puntos base a pesar de la apreciación en notas del Tesoro Norteamericano, resultado en una mayor prima de riesgo", de acuerdo con Casa de Bolsa Banorte.