Los mercados financieros no pudieron este lunes aislarse del comportamiento volátil de las semanas recientes, sólo que en esta ocasión la Bolsa de México consiguió concluir con un incremento apreciable, sobre todo al compararlo con las pérdidas notables de las bolsas de Nueva York, tanto en la jornada como en el mes.
Al cierre de las operaciones, el índice de la BMV se detuvo en 43 mil 721.96 unidades, un incremento en el día de 1.00 por ciento. De todas formas el saldo fue negativo para el mes en 2.30 por ciento, una caída menor considerando el entorno adverso que prevaleció a lo largo del mes, en especial por el caso de China, pero también por las expectativas con respecto a la política monetaria de la Fed.
En la NYSE, el promedio Dow Jones se fue a la baja 0.69 por ciento a 16 mil 528.03 puntos, mientras que de acuerdo con el promedio S&P500 la caída fue de 0.84 por ciento a mil 972.18 unidades. En la bolsa Nasdaq la pérdida fue mayor, de 1.07 por ciento a 4 mil 776.51 enteros. Con estas pérdidas, los saldos mensuales fueron de caídas sustanciales de 6.57, 6.26 y 6.86 por ciento, en ese mismo orden. Obviamente el desempeño de la BMV durante agosto fue claramente superior.
¿Cómo ocurrió lo anterior? De entrada los participantes de los mercados no contaban con incentivos para salir de compras, luego de lecturas con predominio bajista en los mercados asiáticos, con una caída de 1.28 por ciento en Tokio, tras un débil reporte en la producción industrial de julio. Mientras que en Europa también predominaron las pérdidas, a pesar de una buena estadística en las ventas al menudeo de Alemania durante julio.
De manera que los principales índices reportaban amplias bajas por la mañana, en el caso de México de hasta 1.19 por ciento, pero después se dio a conocer una información favorable sobre la producción de petróleo.
El informe, divulgado por la Agencia de Información de Energía (EIA), dio cuenta de un menor volumen de producción de crudo durante junio, lo que de inmediato provocó un fuerte repunte en los precios del crudo, que se reflejó también en las emisoras del sector energético en Nueva York, en una recuperación parcial en el índice del dólar, y en un incremento en las tasas de interés de los bonos del Tesoro y, por supuesto, en las bolsas.
Después, salieron de nuevo los vendedores, en especial en Nueva York, a pesar de que el crudo WTI concluyó al cierre con un repunte espectacular de 8.8 por ciento.
La situación de los mercados tiene que ver con un momento de transición, ya que los participantes se encuentran a la espera de la decisión de política monetaria de la Fed para el 17 de septiembre, mientras tanto, la noticia que podría mover a los mercados se conocerá el viernes: los números del empleo de Estados Unidos durante agosto.