Tras tres días de tropiezos en los cuales el peso alcanzó un máximo de 19.84 unidades por dólar, la moneda nacional tomó impulso de las ganancias de los últimos días, que fueron apoyadas por los débiles datos en Estados Unidos y las apuestas sobre las acciones que pueda tomar la Reserva Federal a finales de mes, para apuntar ganancias tras dos semanas en negativos.
De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), en los cinco días de esta semana, la moneda nacional ganó 0.83 por ciento, que lo ubican en 19.5555 unidades.
En ventanillla bancaria, el billete verde se vende en 19.83 pesos por dólar, 15 centavos menos respecto al cierre anunciado el jueves por Citibanamex.
Por la mañana, el Buró de Estadísticas Laborales dio a conocer que la nómina no agrícola mostró la creación de 136 mil posiciones laborales, dato que se ubicó por debajo de las 145 mil posiciones laborales esperadas por el mercado, indicando una desaceleración moderada del mercado laboral.
El crecimiento mensual de los salarios promedio por hora fue de cero por ciento. Sin embargo, la dependencia también informó que la tasa de desempleo cayó de 3.7 por ciento a 3.5 por ciento, su menor nivel desde 1969, lo cual fue bien recibido por el mercado.
El índice Bloomberg que mide el comportamiento del billete verde con respecto a una canasta de diez divisas cayó 0.16 por ciento, a los mil 212 puntos.
Los primeros datos sugieren que la Fed podría actuar en su próxima reunión de finales de octubre, pero la tasa de desempleo inyecta cautela al mercado que estuvo atenta a la intervención de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal en un evento en Washington.
Powell mencionó que la economía estadounidense enfrenta algunos riesgos pero se encuentra en un buen punto y el principal trabajo es mantenerla allí el mayor tiempo posible.
"El desempleo está cerca de un mínimo de medio siglo y la inflación se está acercando, pero aun por debajo de nuestro objetivo del 2 por ciento", señaló.
Por separado, Eric Rosengren, presidente de la Fed de Boston, mencionó a una cadena televisiva que tiene una mentalidad abierta sobre la política monetaria y que no va prejuzgar la decisión sobre las tasas, pero agregó que el Banco Central debería "hacer algo diferente", sin importar la fuente, si aparecía que el crecimiento y la inflación se perdían.
Rosengren, junto con Esther George, de Kansas City, disintieron en las últimas reuniones.
Durante la semana se dio la publicación de indicadores económicos negativos, el ISM del sector manufacturero, que en septiembre se ubicó en su menor nivel desde junio de 2009, y el ISM de servicios que registro su su menor cifra desde agosto de 2016, se tradujeron en una mayor volatilidad en los mercados financieros.