El peso mexicano se depreció este martes por segundo día consecutivo, ante una fortaleza del dólar frente a sus principales cruces, entre ellas las divisas de mercados emergentes.
El Banco de México (Banxico) informó que el dólar interbancario cerró operaciones en 18.9515 unidades, una diferencia de 10.15 centavos a favor del dólar o 0.5385 por ciento.
En ventanilla bancaria, el billete verde se vende en 19.25 pesos, cifra mayor que las 19.15 unidades del cierre del lunes de Citibanamex.
Durante la sesión, el dólar tocó un máximo en 18.9836 unidades, y el mínimo se reportó en 18.8186 unidades, en el mercado al mayoreo.
El índice dólar que mide el comportamiento del billete verde frente a una canasta de diez divisas subió 0.42 por ciento, que lo ubican en los mil 201 puntos.
El peso mexicano se colocó en la tercera posición entre las monedas de países de mercados emergentes que más cayeron, solamente superado por el peso colombiano y el rand sudafricano, mientras que frente a las mayores divisas ocupó la sexta posición entre las que más retrocedieron.
"Vimos una sesión bastante interesante, por un lado, vemos que el peso mexicano muestra una señal débil frente al amplio universo de divisas, sin embargo, el apetito por activos de riesgo aún se mantiene estable con las bolsas en Estados Unidos subiendo tras una buena dinámica de reportes trimestrales y con el mercado brasileño esperando una votación importante sobre el sistema de pensiones", explicó en entrevista con El Financiero, Santiago Leal Singer, subdirector de estrategia de tipo de cambio de Grupo Financiero Banorte .
Leal agregó que todavía no está normalizada la liquidez en el mercado y esto también podría estar exacerbando los movimientos y las oportunidades de toma de utilidades.
En lo local, los datos del empleo no ayudaron a detener la apreciación del dólar, luego de que, el Inegi revelara que la tasa de desempleo se elevó a 3.6 por ciento durante marzo, su nivel más alto desde diciembre de 2016.
"Si bien el contexto del mercado laboral sigue siendo sólido, la desaceleración del crecimiento general en el cuarto trimestre del 2018 y el primer trimestre del 2019 y la moderación de la creación de empleos desde el segundo trimestre de 2018 son tendencias que deben monitorearse estrechamente, ya que podrían comenzar a erosionar lo que hasta ahora ha sido uno de los macro fundamentos más sólidos de México", escribió en una nota de análisis Alberto Ramos, director de análisis económico para América Latina de Goldman Sachs.