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El 'circulo vicioso del ahorro' en México lo mantiene estancado

El ahorro interno no ha podido crecer con relación al tamaño de la economía mexicana, situación que limita el potencial de recursos que se pueden dirigir a la inversión.

El ahorro bruto interno en México muestra un estancamiento en términos relativos al tamaño de la economía, situación que puede ser una limitante para generar los suficientes recursos destinados a sacar de la atonía a la inversión.

De acuerdo con las últimas cifras publicadas por el Inegi, el Ahorro Bruto Interno (ABI) ascendió a 4.99 billones de pesos en 2018, con base en cifras desestacionalizadas. Este monto representó el 21.9 por ciento del Producto Interno Bruto de México, un nivel marginalmente superior al promedio histórico de 20.85 reportado en los últimos 26 años.

A parte de presentar un estancamiento, con respecto al tamaño relativo con la economía, el ahorro interno bruto muestra un preocupante descenso en los últimos dos años, situación que puede ser una seria limitante para la disponibilidad de recursos que impulsen a la inversión.

El ahorro en México no ha podido mejorar significativamente su participación dentro de la economía, debido a los bajos niveles de productividad y de crecimiento económico, los cuales se han traducido en ingresos reducido en las familias y débiles utilidades en las empresas. A esto habría que agregar una baja penetración financiera e, incluso, factores relacionados con una pobre cultura financiera.

El comportamiento del ABI ha mostrado fuertes altibajos en su participación relativa en la economía, al registrar un máximo en 22.78 por ciento en el 2012 y un mínimo en 18.36 en 1993, de acuerdo con datos del Inegi.

El ahorro bruto interno de define como aquella parte del ingreso disponible que no se gasta en bienes y en servicios de consumo final, representando de ésta manera, los potenciales recursos que se pueden destinar a la adquisición de activos por parte de las familias y las empresas.

Un reto del nuevo gobierno será el romper el círculo vicioso representado por baja productividad y crecimiento económico que lleva a una débil generación de ahorro interno y a la insuficiencia de recursos para impulsar la inversión, esto regresa en forma de una menor actividad económica.

En términos comparativos a nivel internacional, México está mejor posicionado en materia de la participación relativa del ahorro interno con respecto al PIB, con algunas naciones como Argentina y Brasil, pero son países que no se han caracterizado por su mejor desempeño.

En tanto que la comparación con naciones como Chile y China, la relación del ahorro con respecto al PIB de México de 21.9 por ciento está por debajo de la de ellos, las cuales ascienden a 23.8 y 47.4, en cada caso.

Alcanzar una tasa del 4 por ciento de crecimiento económico, como lo propone el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, implicaría llevar a la tasa de ahorro interno y de la inversión a por lo menos el 25 por ciento del PIB.

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