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El tipo de cambio como motor de la marcha de las economías

El tipo de cambio real  esta siendo utilizado, por algunos piases, como una arma para relanzar al sector externo como motor de la recuperación económica.

CIUDAD DE MÉXICO.- Los cambios en el poder de compra de las monedas y divisas se ha vuelto a convertir, en algunos casos, en un arma para mejorar la competitividad del sector exportador y, en otros, en dolores de cabeza que han llevado a una indeseable pérdida de vigor en el ritmo de crecimiento económico.

El caso más significativo de la inducción de una moneda débil para salir del estancamiento económico y de la baja inflación se presenta en Japón.

De acuerdo con las últimas cifras publicadas por el Banco de Pagos Internacional (BIS, por sus siglas en inglés), el yen es uno de los que registra la mayor depreciación en términos reales, dentro de una muestra de 61 monedas.

La divisa de Japón presenta una caída en su poder de compra de 22.3 por ciento, al ubicar su índice en 77.73 puntos en mayo, tomando en consideración una base 100 en el año 2010.

Una divisa débil le ha permitido a la ahora tercera economía del mundo mejorar el ritmo de su actividad, al mismo tiempo que el crecimiento de los precios al consumidor tiende a subir.

Al parecer, hasta ahora, la caída en el poder de compra del yen ha sido un buen antídoto contra la deflación.

En la caída del yen ha desempeñado un papel determinante la flexibilización de la política monetaria aplicada por el Banco Central de Japón, la cual todavía puede permanecer por un buen tiempo.

El grupo de las naciones con un retroceso de sus monedas en términos reales lo encabeza Argentina, al presentar una caída de su moneda en 28.3 por ciento, al ascender su índice a 71.71 puntos, en mayo de acuerdo con el BIS. El retroceso de la moneda ha estado influida más por el factor desconfianza, pero le ha ayudado mejorar la competitividad de su sector externo.

Un efecto colateral negativo ha sido el provocar un proceso inflacionario desbordante, lo que debe contribuir a poner límite a la depreciación de la moneda argentina.

En el otro extremo, se encuentran las monedas y divisas que más se han apreciado, aunque un movimiento de esta naturaleza no siempre es bienvenido ni resulta tampoco, en todos los casos, de una mayor confianza en las políticas económicas aplicadas.

En este campo, el caso de China es el más relevante, dado que el yuan presenta una recuperación en su poder de compra de 14.0 por ciento al reportarse su índice en 114.05 puntos, según datos del BIS.

La recuperación del yuan se ha traducido en una pérdida de vigor en el sector exportador y de la economía en general del gigante asiático, lo que puede estar marcando un piso a dicho proceso.

En el extremo, se ubica la moneda de Venezuela, al presentar la mayor sobrevalorización de la muestra de 61 monedas del BIS, al ubicar su índice en 191.35 puntos, muy por arriba del año base del 2010 de 100 puntos. En este caso, influye la inestabilidad política y el control que se tiene de su moneda, lo que impide que pueda tomar su poder de compra real.

En el caso de México, el peso se encuentra prácticamente en equilibrio, al ubicar su índice en 102.07 puntos, apenas con una marginal sobrevaluación.

La paridad real del peso le puede ayudar a sortear de mejor manera la posibilidad de movimientos inducidos por los esperados cambios en los flujos de capital, como respuesta a las modificaciones en las políticas monetarias de las naciones desarrolladas, particularmente de la Reserva Federal de Estados Unidos.

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