Los rendimientos que ofrecen los bonos soberanos emitidos por las naciones emergentes se encuentran en un máximo histórico, lo cual es un reflejo del mayor 'premio' exigido para su compra, pero que también implica un mayor costo para emitir nueva deuda en el mercado global. Esta situación es una señal de que los países están en un ciclo de dinero caro.
El índice que mide el rendimiento de los bonos soberanos en dólares de naciones emergentes, elaborado por JPMorgan se reportó en el pasado febrero en un nivel de 810.02 puntos, en prácticamente un nivel sin precedente, con base en cifras publicadas por Bloomberg.
"Las tasas de interés que pagan las naciones emergentes es una señal de la mayor aversión al riesgo en el mercado internacional, situación que dificultará la nueva colocación de valores de deuda, acompañado con un costo más oneroso, lo que tenderá a inhibir a este tipo de financiamiento en un futuro. El ciclo del dinero barato está terminado en la órbita del dólar, para estar de lleno en el ciclo del dinero caro", explicó Carlos Hernández García, analista de Masari Casa de Bolsa.
La subida en los rendimientos de los bonos soberanos de las naciones emergentes se intensificó desde finales de noviembre del año pasado, al acumular desde esa fecha a la actualidad un aumento de 7.7 por ciento, según el referente de JPMorgan.
La exigencia de un mayor premio en los papeles de deuda soberana se debe en buen parte a los temores por una desaceleración en el crecimiento económico global que pueda afectar negativamente a la generación de divisas. Esta situación podría comprometer el cumplimiento en el pago de los intereses y del principal de la deuda de las naciones emergentes.
Al mayor riesgo contribuye también la incertidumbre en cuanto a las negociaciones comerciales de Estados Unidos y China, así como las relacionadas con el Brexit.
La exigencia de un más elevado premio para la compra de bonos soberanos, presenta diferencias, dependiendo de la situación interna de las naciones emergentes. En este caso, México puede estar mejor posicionado, aunque una nueva emisión de deuda será a costos crecientes.
En el caso de México, la estrategia de colocar bonos soberanos en el exterior debería contener como principio encontrar nuevas alternativas fuera de la esfera del dólar.
"El alza en el costo del dinero no se ha dado de forma homogénea, debido a que la recuperación de las principales economía desarrolladas se encuentra en carriles de velocidad diferentes, lo cual ha hecho de que en Estados Unidos las tasas sean más altas, mientras que en la Zona Euro y en Japón, los rendimientos se encuentran en mínimos históricos" sostiene el especialista Carlos Hernández García.
Un financiamiento más caro en el mercado internacional puede llevar a que naciones como México dirijan más su atención para obtener recursos en el mercado local, sobre todo vía colocación de valores.
Financiarse en moneda nacional también evitaría incurrir en un menor riesgo cambiario.