La pandemia ha transformado totalmente la forma en que se alimenta el mundo.
La gente busca comer para reforzar el sistema inmunitario. Se están dedicando a hacer productos al horno, pero también están comiendo de una forma más saludable que en los restaurantes. Los aguacates están de moda, la carne de cerdo no. Se están agotando las pizzas congeladas y los fideos instantáneos.
Y esas tendencias de compra están trastornando los mercados agrícolas, provocando un alza del precio de los aguacates de un 60 por ciento desde principios de marzo, mientras que la mantequilla se está desplomando debido a la caída de la demanda de restaurantes.
El coronavirus "lo ha cambiado todo por completo", dijo Sylvain Charlebois, profesor y director principal del laboratorio de análisis agroalimentario de la Universidad de Dalhousie en Halifax, Canadá.
"La gente está más preocupada por poner comida en la mesa que por cualquier otra cosa", dijo. "Eso realmente cambia la mentalidad de un consumidor".
Algunas de estas tendencias podrían permanecer, dicen los expertos. Ahora que algunas personas han vuelto a los alimentos envasados, podrían sorprenderse al ver las mejoras de calidad de estos productos y seguir comprándolos incluso en el mundo postcuarentena.
Cocinar más en casa también podría continuar mucho después de que terminen las medidas de confinamiento.
'HALO DE SALUD'
Los aguacates son uno de los alimentos que han experimentado un sorprendente aumento de precios en las últimas semanas.
Cuando las medidas de cierre entraron en vigor por primera vez, los agricultores en México, el principal productor mundial, comenzaron a frenar las actividades de cosecha, anticipando una caída de la demanda.
Pero resulta que las tostadas de aguacate y el guacamole se están perfilando como favoritos del confinamiento y eso provocó un aumento de los precios. Una caja de aguacates Hass, el mayor productor de México, costaba alrededor de 480 pesos el 24 de abril, según el Gobierno, contra 300 pesos a principios de marzo.
Otros productos han volado de las estanterías de los supermercados.
Las ventas minoristas de cítricos en Estados Unidos fueron llamativas, aumentando alrededor de 50 por ciento respecto a los niveles del año anterior en marzo, según datos de la firma de investigación IRI.
"Hay un halo de salud general en todos los productos frescos", dijo Roland Fumasi, analista de RaboResearch, en Fresno, California.
Puede que lo que haya provocado la ola de compra de cítricos sea el contenido de vitamina C de estos frutos ya que los consumidores quieren fortalecer su sistema inmunitario. El jugo de naranja, en el pasado un básico del desayuno que ha caído en desgracia debido a su alto contenido de azúcar, también recibió un impulso. Los futuros negociados en Nueva York han subido aproximadamente 13 por ciento desde finales de febrero.
En Asia, los consumidores están recurriendo a los remedios tradicionales para protegerse del virus, según Tan Heng Hong, analista de alimentos y bebidas de APAC en la firma de análisis de mercado Mintel. En Vietnam, la gente come más ajo negro y los indonesios se abastecen de jamu, una medicina tradicional hecha de ingredientes naturales.
Para muchas personas, comer se ha convertido en un escape del aburrimiento y el estrés en estos días.
Los consumidores están comprando artículos en la tienda de comestibles que habían estado evitando hace solo unos meses: los alimentos envasados, en particular, han cobrado nueva vida.
"Tradicionalmente, la comida tiene una función emocional", dijo Tan, de Mintel.
El consumo de aperitivos también está aumentando. Ello se debe a que los consumidores están confinados en sus casas, pero también a que realizan actividades que propician el picoteo de tentempiés, como ver varios episodios seguidos de "Tiger King" en Netflix.
El caso de Corea de Sur sirve de ilustración para otros mercados, según la firma Euromonitor International. Las ventas de snacks en las tiendas de comestibles aumentaron nueve por ciento frente al año anterior en la primera mitad de marzo.