Este lunes empezó agosto en los mercados, que reportaron al cierre comportamientos mixtos: pérdidas en las bolsas de Nueva York, pero ganancias en el mercado mexicano.
La plaza azteca se vio beneficiada por incrementos en títulos de elevada capitalización, pero en general, también por un saldo positivo en el balance de las emisoras operadas.
Visto en el contexto, la Bolsa Mexicana de Valores se comportó dentro del rango de fluctuación en que se ha movido en los meses recientes. En cuanto a noticias, ya desde el viernes la bolsa cerró con un avance de 0.86 por ciento, esto en un contexto en el que el peso recupera terreno ante el dólar tras las medidas implementadas por el Banco de México.
En contraste, las bolsas de Nueva York se movieron a la baja, afectadas por varios factores, por ejemplo, datos de la economía más débiles de lo previsto, lo que no sirvió de incentivo. Pero además, incertidumbre por los datos del empleo que se publicarán el viernes, y su connotación con respecto a la política monetaria de la Fed.
En México, el índice de precios de la BMV reportó al cierre un incremento de 0.34 por ciento a 44 mil 903.95 puntos.
En la NYSE, el índice Dow Jones declinó 0.52 por ciento a 17 mil 598.20 unidades, mientras que en la misma plaza, en el índice S&P 500 la reducción fue de 0.28 por ciento a 2 mil 098.04 puntos. En la bolsa Nasdaq la baja fue de 0.25 por ciento al quedar en 5 mil 115.38 enteros.
En Estados Unidos, en el ingreso personal resultó acorde con las expectativas, pero más bajo en el gasto personal, y una cifra de inflación al consumidor menor a la esperada. Además, el índice ISM de manufacturas de julio resultó por debajo de las estimaciones, y también con respecto a la cifra anterior. De manera que los participantes no tuvieron tela de donde cortar.
Previamente en China, el índice de manufacturas de julio salió bastante inferior al indicador preliminar y al dato de junio.
En cuanto a las bolsas, en China continuaron las pérdidas ante a los números débiles de la economía, mientras que en Europa, se reportaron ganancias casi generalizadas ante indicadores positivos de la actividad de manufacturas.
Con respecto a la Fed, las opiniones mundiales apuntan hacia la reunión de mediados de septiembre como la fecha en que se podría dar un primer incremento en los réditos en casi 10 años, sin embargo, los datos de la economía, incluidos los publicados hoy, no son uniformes, lo que complica los pronósticos. En ese contexto es la incertidumbre para los datos del empleo del viernes próximo.
Para mañana solamente se espera el indicador de los pedidos a fábricas de junio en Estados Unidos.