Los mercados bursátiles de Asia caían este miércoles ante los renovados temores de inestabilidad en la Unión Europea, lo que llevó a la libra esterlina a tocar mínimos de tres décadas y golpeaba a los activos de riesgo.
En Japón, el índice Nikkei descendía 3.03 por ciento, para situarse en 15.195.21 puntos, mientras que el índice Topix cedía 2.92 por ciento, a 1.220 puntos.
El yuan cayó a nuevos mínimos en cinco años y medio frente al dólar, extendiendo su declive a una quinta sesión consecutiva, luego que el banco central de China redujo drásticamente su tasa de orientación oficial.
En momentos en que el yuan se acercaba al umbral psicológicamente importante de 6.7 unidades, operadores reportaron que los bancos chinos de propiedad estatal estaban ofreciendo dólares para calmar los mercados, agitados por la depreciación rápida de la moneda.
"Esta es una señal del banco central, advirtiendo al mercado que no hay necesidad de entrar en pánico, que no hagan algo precipitado", dijo el operador de un banco comercial chino en Shanghái.
La libra, que ha recibido buena parte del impacto en el mercado por el Brexit, se depreció hasta 2 por ciento, para cotizarse en 1.3022 dólares, su menor nivel desde septiembre del 1985.
El declive dejó a la moneda británica 13 por ciento por debajo de los niveles que presentaba antes del referendo del 23 de junio en Reino Unido de 1.4879 unidades.
La libra también se depreció contra la moneda común europea a 85.48 peniques por euro, su menor nivel desde fines del 2013. En tanto, frente a la cesta de monedas del Banco de Inglaterra, la divisa cayó hasta mínimos de más de tres años.
El retroceso de la libra se aceleró después de que Aviva Investors, una filial de la aseguradora Aviva, suspendió su fondo de propiedades inmobiliarias UK Property Trust con efecto inmediato, convirtiéndose en la segunda entidad del mercado de bienes raíces británico en detener los pagos debido a los retiros excesivos.
El lunes, Standard Life Investments, la filial de inversiones de la aseguradora Standard Life, suspendió los retiros de su fondo de 2 mil 900 millones de libras esterlinas, que opera en el área inmobiliaria del país.
Ambos eventos aumentaron la preocupación respecto a que inversores extranjeros puedan retirarse en masa del sector de propiedades comerciales de Reino Unido, lo que generaría aún más presión sobre la libra esterlina.
El Banco de Inglaterra expresó su inquietud por una caída de la demanda de los inversores en activos británicos y por dificultades en el sector de inmobiliario comercial que podrían complicar más la posibilidad de que las empresas utilicen sus propiedades como garantías para obtener créditos.
Con información de Reuters y Bloomberg