LONDRES.- Los precios del cobre cerraron con ganancias, luego de que algunos fondos de inversión revirtieron sus expectativas de mayores bajas para el siguiente año.
China informó que ampliará sus planes de recortes en la producción; sin embargo, persiste la inquietud respecto al débil crecimiento de la demanda, lo que limitará la reducción de los abultados inventarios que se acumularon este año.
De esta forma, el contrato de cobre referencial (al contado) negociado en la Bolsa de Metales de Londres (LME) subió 0.8 por ciento, para llegar a cuatro mil 730 dólares por tonelada, después de tocar más temprano cuatro mil 617 dólares por tonelada, su nivel más bajo desde el 18 de diciembre.
Acorde con el comportamiento del cobre, el zinc avanzó 3.4 por ciento a mil 605 dólares por tonelada, el plomo ganó 1.4 por ciento alcanzando mil 768 dólares, el estaño subió 0.7 por ciento a 14 mil 700 dólares y el níquel avanzó un 1.5 por ciento, para concluir operaciones en ocho mil 750 dólares por tonelada.
La única baja de la jornada la reporto el aluminio que en su contrato a tres meses bajó 0.1 por ciento y quedó en mil 535 dólares por tonelada.
Operadores dijeron que la recuperación del metal comenzó desde la apertura de las operaciones en Nueva York, lo que sugiere una reacción a las noticias de que nueve grandes fundidoras de cobre en China acordaron recortar las ventas de cobre al contado en hasta 200 mil toneladas durante el primer trimestre de 2016.
Este plan se suma a una decisión de finales de noviembre de otras fundidoras de reducir la producción de cobre refinado para el próximo año en al menos 350 mil toneladas, aunque algunos analistas restaron importancia a los recortes planeados, que calificaron de insuficientes para equilibrar a un mercado sobreabastecido.
Por otra parte, se prevé que una renovada fortaleza del dólar, sea otro factor de peso para mantener la tendencia bajista de los metales industriales en las próximas semanas.
Sin embargo, para los especialistas de metales el elemento que mantendrá los precios a la baja proviene del lento crecimiento de la demanda en China, que responde por casi la mitad de la demanda global solo de cobre, estimada en alrededor de 23 millones de toneladas este año.