El Banco de México quiere sacar al peso de sus mínimos récords, pero está quedando acorralado tras gastar 2 mil millones de dólares la semana pasada sin mucho efecto.
Las recientes ventas de dólares no están haciendo mucho por impulsar la moneda, las reservas internacionales están disminuyendo y los economistas esperan que los estrategas suban las tasas de interés de nuevo en febrero tras realizar cinco alzas el año pasando.
Aunque algunos analistas dicen que México podría ofrecer como alternativa permutas en dólares o aumentar su línea de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI), advierten que agotar las reservas no es una buena opción, porque podría socavar la confianza de los inversionistas e intensificar la liquidación del mercado.
Las transacciones están drenando las reservas internacionales que llegaron a un máximo récord hace dos años.
La semana pasada Banxico vendió dólares por primera vez desde febrero luego de que el peso cayó a un mínimo desde su redenominación en 1993 debido a los temores sobre la política comercial de Estados Unidos. Tras un alza que duró poco tiempo, el peso extendió su peor desempeño entre las 16 monedas principales en lo que va de 2017.
El ritmo de las ventas de dólares "no es sustentable ni es probable que funcione", dijo Christian Lawrence, estratega de tasas y tipo de cambio en Rabobank en Nueva York. "Es muy difícil para un país fortalecer una moneda".
Ricardo Medina, portavoz del Banxico, se negó a hacer comentarios sobre la estrategia del banco para apuntalar al peso.
Si la volatilidad de la moneda continúa, el Banco Central podría ofrecer permutas de dólares porque no tienen un efecto directo sobre las reservas y ofrecen protección de cobertura, según Goldman Sachs Group.
Negociar una extensión de la línea de crédito del FMI también sería una decisión en la dirección correcta, dijo Andrés Jaime, analistas de Barclays.
México cuenta con 176 mil 500 millones de dólares en reservas internacionales, o 260 mil millones de dólares en total contando la línea de crédito flexible del FMI, según BNP Paribas. Eso le da un colchón de 40 mil millones de dólares para gastar en intervenciones.
Si bien los inversores respaldarían cualquier medida del Banxico capaz de proteger la moneda sin reducir sus reservas, su confianza no se recuperará completamente hasta que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aclare un poco la política comercial, dijo Mark Dow, fundador de Dow Global Advisors en Laguna Beach.
Antes de las elecciones, Trump hizo campaña prometiendo cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), reprimir la inmigración ilegal y construir un muro a lo largo de la frontera al sur solventado por México.
Estados Unidos representa el 80 por ciento de las exportaciones del país latinoamericano.
"La gente tiene miedo a lo que podría hacerle Trump a México y a su estilo de negociación, el cual, como se confirmó estos últimos días, es que te pegue algunas veces en la cara incluso antes de sentarse a la mesa con él", dijo Dow, execonomista del FMI.
Los inversores están preocupados más que nada por Trump y por cuándo parará la golpiza, creo que eso es lo que más importa