Mercados

WTI y Brent ligan segunda jornada de pérdidas

Al final de la sesión de operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York, los contratos del crudo WTI se hundieron 4.73 por ciento, sin embargo, lograron una ganancia semanal del 0.22 por ciento. El Brent perdió 3.3 por ciento en la sesión, pero cerró la semana con un alza del 2.3 por ciento.

La ola vendedora prevaleció hasta el final de la jornada en los mercados del petróleo, que ligaron su segunda jornada consecutiva de pérdidas, en medio de dudas en los mercados por el impacto que pueda tener en la demanda de crudo la decisión de la Reserva Federal de no subir aún las tasas de interés, en un contexto de temor de una desaceleración de la economía mundial.

Persistieron también las señales desalentadoras de que los mayores productores de crudo del mundo bombearían a altos niveles para mantener su cuota de mercado.

En la Bolsa Mercantil de Nueva York, los contratos del crudo WTI para entrega en octubre cayeron 4.73 por ciento, a 44.68 dólares el barril, su mayor descenso desde el 1 de septiembre.

El petróleo de referencia en Estados Unidos cerró una semana de gran volatilidad en la que llegó a registrar su mayor alza del año el miércoles, aunque terminó con un leve ascenso de 0.22 en los últimos cinco días.

El convenio del crudo Brent para entrega en noviembre perdió 3.3 por ciento, para terminar cotizándose en 47.47 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres.

Los precios avanzan 2.37 por ciento esta semana, su primera alza en tres semanas, insinuando un giro para una materia prima que ha caído casi 30 por ciento desde la primavera boreal.

El jueves, el banco central estadounidense decidió no subir las tasas de interés desde sus mínimos históricos y dijo que la incertidumbre sobre el crecimiento económico global la había forzado a actuar de ese modo.

El mercado petrolero reaccionó ayer en forma dispar ante la decisión, pues la debilidad de la divisa estadounidense respaldó al crudo al hacerlo más barato para los tenedores de otras divisas, pero las preocupaciones sobre la debilidad económica global fueron un contrapeso.

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