El peso consiguió este lunes anotar su peor día en más de tres años, llegando a las 21.1790 unidades por dólar, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico).
La moneda nacional llegó a su nivel más alto de la jornada al filo de las 5:00 horas, antes de la apertura, cuando superó los 22 pesos por dólar (22.13 unidades).
La divisa ha experimentado un 'sube y baja', y no solo este lunes, sino desde la semana pasada. ¿Por qué pasa esto? Gerardo Esquivel, subgobernador del Banxico, mencionó que la caída de la moneda mexicana se debe principalmente a factores que están ocurriendo fuera del país.
"El ajuste observado recientemente en el peso mexicano se explica fundamentalmente por factores externos", detalló Esquivel en su cuenta de Twitter.
Los factores externos que en este caso han afectado al peso son el brote mundial del nuevo coronavirus, y la caída de los precios del petróleo por el desacuerdo entre la OPEP+ y Rusia.
Se puede asegurar que el peso ha caído por esas circunstancias, explicó el sugobernador del Banxico, porque otras monedas del mundo, como el real brasileño y el rublo ruso, han tenido un comportamiento similar a la divisa mexicana.
El ajuste observado recientemente en el peso mexicano se explica fundamentalmente por factores externos. ¿Cómo sabemos eso? Porque las monedas de varios países se han ajustado simultáneamente en una proporción similar. Vean, por ej., el caso de la moneda brasileña o rusa: (3/n) pic.twitter.com/gekZV5jA9l
— Gerardo Esquivel (@esquivelgerardo) March 9, 2020
Este 'sube y baja' es normal para una moneda como el peso, pues se encuentra en un régimen de tipo de cambio flexible, agregó.
"Es absolutamente normal que el tipo de cambio a veces suba y otras veces baje. Eso es justo lo que uno esperaría. En un régimen flexible, el tipo de cambio responde tanto a factores internos como externos", comentó.
Esquivel enfatizó que si bien es normal que la moneda nacional suba o baje, lo importante para la economía mexicana es que se mantengan estables las políticas macroeconómicas, como la inflación o la deuda.
En resumen, el régimen flexible permite amortiguar choques externos de mejor manera. El impacto cambiario puede ser permanente o transitorio dependiendo de la naturaleza de los choques. A la larga, lo que realmente importa es preservar los fundamentos macroeconómicos. (4/4)
— Gerardo Esquivel (@esquivelgerardo) March 9, 2020