El precio del oro se tomó un respiro en la semana pasada, aunque podría retomar pronto su tendencia de alza observada desde el pasado mayo.
Los catalizadores para el metal amarillo serían principalmente la perspectiva de menores tasas de interés de parte de los principales bancos centrales, particularmente de la Reserva Federal de Estados Unidos, la política comercial proteccionista de Donald Trump y la existencia de un dólar débil.
El denominado metal amarillo presentó una caída en su precio de 0.62 por ciento en la semana pasada al cerrar en 1,400 dólares la onza. Con este comportamiento interrumpió un ciclo de alza de seis semanas consecutivas en terreno positivo, de acuerdo con información de Bloomberg.
El movimiento de baja en el precio del oro se debió a una toma de utilidades que se vio amplificada por datos del mercado laboral estadunidense mejor a lo esperado, debido a que moderaron la expectativa en la magnitud en que podía bajar la tasa de referencia de la Reserva Federal. Estos factores contribuyeron a impulsar al dólar frente a las principales divisas.
"El retroceso del oro observado tras los datos del mercado laboral en Estados Unidos tiene dos componentes: uno técnico y otro fundamental. En lo que se refiere al aspecto técnico, en las últimas síes semanas, la cotización había subido alrededor de 10 por ciento, así que lo natural es observar una toma de utilidades transitoria. En lo que respecta a lo fundamental, el buen desempeño del mercado laboral estadounidense ha debilitado el argumento a favor de múltiples rebajas en la tasa de interés de la Fed, pero no ha eliminado todos los riesgos que enfrenta la economía global, como la batalla de aranceles entre Estados Unidos y China" declaró desde Nueva York Diego Colman, analista de mercados de DailyFx del grupo Financiero IG.
Una vez que el radar de los mercados pase de las cifras de empleo en Estados Unidos a los indicadores fundamentales "en un horizonte de mediano a largo plazo, las perspectivas del oro siguen siendo favorables" para el especialista Diego Colman.
El precio del oro podría encontrar próximamente apoyo en dos acontecimientos, que aumentaría la probabilidad de que respetará un primer nivel de soporte ubicado en 1,380 dólares la onza. Un rompimiento a la baja de este nivel, prendería los focos rojos al dejar la puerta abierta para llevar su precios a las 1,350 dólares.
En la segunda semana de julio se tiene contemplado la reanudación de las conversaciones entre Estados Unidos y China, aunque todavía es poco factible que se den a conocer una conclusión, por lo que el periodo de incertidumbre se podría alargar.
En tanto que para finales de mes, se mantiene la probabilidad de que la Fed recorte en 25 puntos base a su tasa de referencia.
El sesgo bajista que puede presentar el dólar frente otras divisas, es otros de los factores que puede alimentar a la demanda del metal amarillo.
El ciclo de alza del oro inició con particular fuerza desde el pasado 2 de mayo cuando rebotó desde un nivel de 1,270.69 dólares la onza, hasta alcanzar un máximo en 1,423.44 el 25 de junio de este año, el mayor precio desde agosto del 2013.
En los próximos se espera todavía una fuerte volatilidad e incertidumbre en los mercados, lo cual hará que todavía se mantenga una cierta demanda por instrumentos de cobertura como el oro. Aparte de la forma física del metal amarillo haya otros instrumentos en donde se puede invertir.
"Entre algunos vehículos de inversión que imitan el comportamiento del oro se encuentran los ETF de metales preciosos, o inclusive fondos mutuos que invierten exclusivamente en lingotes. Como el oro no ofrece un alto rendimiento durante largos periodos de tiempo, no asignaría más del 5% a 10% del portafolio a esta inversión", sostiene el especialista Diego Colman.
En México, se cuanta también con el tradicional Centenario, que puede ser una buena forma de inversión y de cobertura.