Analistas técnicos coincidieron en que la paridad dólar-peso opera actualmente en un amplio rango de lateralidad, que la llevará a fluctuar entre 23 y 25 unidades por billete verde, con factores de impacto como los recortes en la calificación crediticia, la caída en los precios del petróleo y la pandemia de COVID-19.
¿Qué es lateralidad?
De manera metafórica, este concepto es parecido a recorrer una recta a toda velocidad y enseguida ver un aviso de que se aproxima un cierre de carriles con curvas peligrosas, por tanto debes dar vuelta. Sin embargo, en la realidad y bajo el contexto actual, no está definido exactamente hacia donde podrían pedirte que gires y esto dependerá de los niveles hacia donde se den los rompimientos.
En el caso del tipo de cambio, Francisco Caudillo, analista técnico de Monex Casa Bolsa, explicó que en el corto plazo para el peso-dólar (USD/MXN) hay varios puntos a considerar.
"De manera general estamos en una lateralidad que va generar fluctuaciones entre los 25.50 (techos) y los 23 pesos (pisos) por dólar, que mientras no se rompan estaremos viendo fluctuaciones en ese rango, como se vio en los últimos tres años", dijo.
En análisis técnico, la lateralidad es un catalizador de alza cuando la tendencia es alcista, por lo que espera que esta tendencia primaria se mantenga.
Caudillo explicó que estos movimientos laterales son de tipo plano. Es decir que los techos y pisos están muy cerca el uno del otro, y derivado de esto eventualmente cuando se termine ese proceso vendrá un repunte con bastante fuerza dentro de la tendencia alcista.
"Creo que estamos en una pausa para que el tipo de cambio siga subiendo a generar nuevas alzas que podrían llegar a los 26.5 y 28 pesos como niveles objetivo en un entorno dominado por aspectos negativos", recalcó el experto.
Caudillo no descarta que se pudieran ver niveles por debajo de los 23 pesos; no obstante, ve menos probable que se forme un "plano expandido".
El analista aclaró que aun en el corto plazo está por definirse qué tanto más puede caer el tipo de cambio, aunque esta fase ya sería menos relevante debido a que no cambia el escenario que pudiera llevar al tipo de cambio a nuevos máximos.
Algunos instrumentos que podrían ser útiles para seguir esta estrategia son ETFs como el SHY, el DolarTrac o el SHV que se pueden adquirir en el país.
Este tipo de escenario ocurriría bajo un entorno negativo de los mercados, que puede ser detonado por varios factores que están presentes en esta coyuntura y que además estará marcado por las elecciones en Estados Unidos hacia finales del año.
Reforzando este análisis, Santiago Leal Singer, subdirector de estrategia de renta fija y tipo de cambio en Banorte, mencionó que la volatilidad para el peso va a continuar hasta que no se vea un punto de inflexión material en el grado de contagio de la pandemia en Europa y en Estados Unidos.
Esta situación, explicó, se ha expresado en la paridad dólar-peso tanto en los movimientos propios como en una mayor volatilidad implícita respecto a otras monedas del espectro de emergentes.
De acuerdo con el especialista, los inversionistas y el mercado en general continúan escépticos sobre que se haya llegado ya a un fondo en términos de volatilidad y aversión al riesgo, en donde el peso mexicano mantendrá una dinámica relacionada al desempeño de otros activos de riesgo.
"Prevemos una trayectoria para el peso que todavía experimente un pico a lo largo de abril reconociendo que, si bien ha mejorado el apetito por riesgo global, el alto grado de volatilidad para este tipo activos se mantendrá", dijo.
El especialista agregó que aplicar un análisis técnico sólido bajo un entorno con estas características de volatilidad puede nublar los resultados comparado con periodos donde hay un comportamiento más estable.
"La volatilidad pudiera invalidar las formaciones que observamos se están empezando a construir y anular rangos técnicos para definir bandas firmes", comentó.
Con un tono de cautela al referirse al tipo de cambio, Santiago Cortés, trader independiente, detalló que es muy temprano para hablar de una nueva tendencia en el tipo de cambio.
"Si bien es cierto que la tendencia primaria es alcista, el tipo de cambio opera por niveles, e intentar descifrar dónde acabará al cierre de 2020 es imposible porque existen 'n' número de riesgos económicos y políticos, bajo una coyuntura que nunca se había vivido por el COVID-19 y sin certeza del fin del periodo de inestabilidad" , añadió.
Cortés comentó que el tipo de cambio acumula cinco semanas en una tendencia lateral, en donde está creando un triángulo lateral, que en la medida en que siga avanzando el tiempo y respetando esta figura tendrá un rompimiento con mayor fuerza ya sea al alza o a la baja.
Sin embargo, en el corto plazo ve total lateralidad, entre un rango de 23 y 25 pesos, debido a que no hay hasta el momento ningún catalizador a nivel nacional que muestre una recuperación importante en la economía.
En el escenario en el que el tipo de cambio rompa por encima de las 25 unidades, la resistencia siguiente se encuentra en 25.50 unidades y es muy difícil precisar el siguiente nivel después del máximo histórico. Este escenario podría darse bajo un contexto adverso relacionado con revisión a la baja de calificaciones crediticias, producción petrolera o una caída mayor a lo esperando de la economía mexicana.
El especialista coincidió en que en tendencias laterales es muy complejo tomar posiciones direccionales, por lo que su consejo es tomar una posición cuando el índice de riesgo/beneficio se beneficie. Y recomienda tomar posiciones largas a partir de los 22 pesos para mantener los dólares hacia el cierre de año.
Sin embargo, puntualizó que quienes tienen dólares deberían mantenerlos.
Caída del crudo
En el caso del petróleo, Leal considera que después del histórico acuerdo petrolero, la destrucción de la demanda del energético está opacando el escenario en el que el recorte puede dar respaldo a los precios en el corto plazo, y en ese sentido podríamos ver presiones adicionales a las referencias, en el caso del WTI por debajo de los 20 dólares, y que este empiece a recobrar fuerza a medida que la recuperación económica acompaña la demanda y sean necesarios "recortes adicionales" de los países productores.
"En caso de perforar la zona de 20 dólares por barril, los niveles pueden irse hacia la zona de 18, pero esto va depender mucho el grado en que se pueda combinar un mayor optimismo de la recuperación económica y recortes adicionales que den respaldo a la demanda", dijo.
El especialista añadió que la caída en el petróleo ha sido muy importante, pero no descarta que bajo un escenario negativo esta tendencia podría continuar.
Por separado, Víctor Vidal, trader independiente del mercado energético, señaló que en el corto plazo los compradores esperan mantener al menos un patrón de triple fondo en 20 dólares con divergencias positivas que logren al menos corregir la presión bajista en la cotización diaria.
Mientras tanto, los vendedores intentarán llevar al WTI al siguiente nivel de interés anual, el cual colapsó este lunes hasta llegar a los precios negativos y ubicarse en -35.80 por barril, con una caída de 295 por ciento.
"Niveles que coinciden con la línea de tendencia de las cotizaciones mensuales más bajas del 2008 y 2016", comentó.
Vidal señaló que el peor caso a contemplar,es que los vendedores lleven la cotización a 10 dólares, nivel más bajo de 1998. Sin embargo, a pesar de este escenario pesimista, a mediano plazo, se espera una recuperación positiva y paulatina de los precios.
"Los recortes a la producción llevados por numerosos países y la recuperación de la demanda por parte de Estados Unidos, China e India, pueden cerrar el gap entre los 32 y los 41 dólares", dijo.