El peso mexicano fue 'golpeado' por lo que más odian los operadores: la volatilidad. Cualquier recuperación podría depender de la avalancha diaria de titulares sobre el nuevo coronavirus (COVID-19).
La moneda tiene el peor desempeño entre sus pares de mercados emergentes en los últimos cinco días, aunque un aumento en la volatilidad compensa el atractivo de las tasas de interés más altas.
Hasta entonces, la divisa mexicana había sido la moneda de mercado emergente con mejor desempeño en 2020.
El cambio de suerte se debe al coronavirus, a pesar de que no ha infectado a una sola persona en México ni tampoco ha afectado el panorama económico del país, dado que la mayoría de sus exportaciones se dirigen a Estados Unidos, no a China. Lo que sí ha hecho es estimular la incertidumbre que ha desencadenado el repunte en la volatilidad. No obstante, esto es un salto que podría revertirse, aseguran algunos analistas.
"Si hay una indicación de que el aumento en los casos a nivel mundial se está conteniendo, creo que el peso será el más beneficiado", apuntó Ilya Gofshteyn de Standard Chartered, un estratega con sede en Nueva York.
Aun así, "los inversionistas se mostrarán reticentes a volver a poner el riesgo en funcionamiento hasta que haya claros signos de disminución de los riesgos por la propagación del coronavirus", agregó.
La tasa de interés implícita a un mes del peso ha rondado alrededor de 7 por ciento en 2020, uno de los retornos de carry más altos entre sus pares. Pero ahora, la volatilidad implícita a un mes de la moneda se ha elevado al mayor nivel desde septiembre, empeorando los retornos de carry ajustados por la volatilidad del peso.
El peso ya 'coqueteó' con el nivel clave de 18.5 a principios de este mes, al establecer un máximo en 2020 de 18.52 el 17 de febrero.
Estrategas desde BBVA hasta Standard Chartered esperan ganancias en pesos, al menos a corto plazo, tras la reciente depreciación impulsada por el virus.
Si el apetito por el riesgo regresa, "habrá un repunte antes de que las cosas vuelvan a empeorar", dijo Danny Fang, estratega de BBVA con sede en Nueva York. El proceso de recuperación del virus "no será tan fácil".
Un riesgo clave para el renovado avance del peso es cuánto más podría durar la fortaleza del dólar que, a su vez, depende mucho de cómo se desarrolle la epidemia. El índice del dólar alcanzó un máximo de 34 meses la semana pasada antes de recortar las ganancias.
Las apuestas alcistas en pesos extendieron una caída de tres semanas a partir del 18 de febrero después de establecer un récord a fines de enero.
"Un rebote parece un poco menos probable ahora", enfatizó Brendan McKenna, estratega de Wells Fargo en Nueva York. "Se necesitaría un gran avance en la contención del virus".