Los participantes en la subasta primaria demandaron un mayor 'premio' por la compra de valores gubernamentales ante el resurgimiento de la inflación y su posible efecto en el tono del comunicado de política monetaria del Banco de México (Banxico) del próximo jueves.
Los rendimientos de los Certificados de la Tesorería (Cetes) de corto plazo, a 28 y 91 días, resintieron una mayor presión de alza, y se ubicaron en 8.05 y 8.25 por ciento en cada caso, que implicó incrementos de 0.03 y 0.06 puntos porcentuales, de acuerdo con información del banco central.
A tres meses sumaron cuatro semanas al alza y además registraron su mayor nivel en cuatro meses, esto es, desde el pasado 17 de enero.
"Los inversionistas permanecerán cautos sobre la parte de la curva, toda vez que han reducido su convicción sobre el inicio y magnitud de los recortes de tasa de Banxico. Esperamos modestas presiones en tasas de corto plazo esperando el comunicado de Banxico del jueves, siguiendo de cerca el desempeño del tipo de cambio", indicaron analistas de Grupo Financiero Banorte en un reporte.
El rendimiento del Cete a 175 días fue el único instrumento que mostró un sesgo a la baja en la subasta primaria, al reportarse en 8.22 por ciento con un retroceso de 0.03 puntos porcentuales.
Los Bonos denominados en Unidades de Inversión (Udibonos) a 10 años, con vencimiento en noviembre del 2028, fue colocado a una tasa real de 3.84 por ciento, lo que implicó un aumento de 0.05 puntos porcentuales, respecto al nivel de la subasta previa, "con inversionistas que reconocen el reciente deterioro en la inflación" de acuerdo con el punto de vista de los analistas de Banorte.
La inflación en México se ubicó en 4.41 por ciento anual en abril, la mayor en el año, y también se encuentra por arriba del rango máximo de tolerancia del Banco de México, que es actualmente del 4.0 por ciento.
A la existencia de un contexto internacional caracterizado por la cautela se le suman presiones inflacionarias en México, un fuerte aumento en los salarios y un tipo de cambio elevado, situación que puede influir en un comunicado de política monetaria del Banco de México más conservador en materia de tasas de interés.
Los precios al consumidor en México reportaron un crecimiento anual del 4.41 por ciento durante el pasado abril, cifra por arriba del 4 por ciento de un mes anterior, con base en datos del Inegi.
La inflación a tasa anual no solamente fue la mayor en el año, sino que también se encuentra por arriba del rango máximo de tolerancia del Banco de México, que es actualmente del 4 por ciento.
El Bono M de 5 años, con vencimiento en septiembre del 2014, fue colocado a una tasa de 7.94 por ciento, lo cual implicó un aumento de 0.05 puntos porcentuales. En tanto que la razón de demanda a oferta fue de 2.58 veces, por arriba del 1.78 anterior.
La demanda en el bono mejoró a pesar de la cautela prevaleciente en el mercado, derivada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
En la subasta primaria de valores gubernamentales dio por resultado que el rendimiento que paga el Cete a 28 días (8.05%) está por arriba de la tasa del bono a cinco años (7.94 %). Esto es, la curva de rendimientos está invertida, situación que muestra expectativas de un bajo crecimiento económico, y de la necesidad de contar con menores tasas para poder impulsarlo en el mediano plazo.