A una década de descubrirse la estafa que el texano Allen Stanford hizo a 18 mil inversionistas por siete mil 200 millones de dólares bajo un sistema de ahorro piramidal, apenas se ha recuperado un cinco por ciento y está en proceso de liberarse otro tres por ciento.
"Se puede contar con ocho dólares por cada 100 perdidos, nuestra meta es llegar al menos a recuperar entre 25 o 30 por ciento" dijo a El Financiero desde Texas Edward Snyder, uno de los abogados que a través de múltiples litigios ha defendido principalmente a inversionistas mexicanos.
"El gran problema es que las cuentas de Stanford no tienen fondos para pagar a las víctimas, entonces hemos trabajado a través de litigios contra terceros, es decir, contra personas o empresas cómplices, que ayudaron a cometer el fraude. Es un caso muy difícil, mucho, muy complicado, mucho más que el de Bernard Madoff".
Así, describió que la en la lista de firmas por pagar está una canadiense.
"Hoy la esperanza es obtener una buena resolución para obtener recursos del Toronto Dominion Bank, que sirvió para transferencias de dinero, fue el banco corresponsal. Esperamos pronto una resolución a favor para que tenga que pagar. Nuestra meta es que los inversionistas recuperen entre 25 y 30 por ciento de sus pérdidas. Parece poco pero algo que sea, ha sido un caso sumamente difícil", señaló.
Tras desatarse la crisis financiera global en 2008, a principios del 2009 se descubrió la estafa encabezada por Stanford, que sólo ha sido superada en volumen por la de Bernard Madoff, expresidente de Nasdaq y fundador de la firma Wall Street Bernard.
Stanford paga una condena de 110 años de prisión, culpable por una venta de siete mil 200 millones de dólares en certificados fraudulentos de depósitos del Stanford International Bank. En México, tres mil 500 inversionistas fueron burlados por un monto total de 706 millones de pesos a través de Standford Group México, filial bajo la dirección de David Nanes Schnitzer, hoy en prisión.