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En la pantalla de su smartphone, Alicia Alejandra Ramírez Mata puede monitorear que las 10 áreas de la planta en la que trabaja –y cuya automatización ella misma encabezó– estén funcionando correctamente.
"Con esta tecnología, un solo operador es capaz de operar toda la planta y hasta de darse cuenta de cuando algo está fallando. Todas las áreas y procesos están comunicados, y este sistema te da la visión completa", explica la gerente de Automatización en Control de Sucroliq, empresa con más de 20 años de experiencia en el sector azucarero.
Esta planta, que posee tecnología de punta para convertir azúcar granular en azúcar líquida para la industria alimenticia, se encuentra dentro de la planta que Danone tiene en Irapuato, Guanajuato, y que es considerada el centro productivo con mayor eficiencia y capacidad de esa compañía a nivel mundial.
La más moderna del mundo
La principal tecnología utilizada en esta planta, cuya inversión total fue de 7.5 millones de dólares, es SIMATIC PCS 7, desarrollada por la empresa alemana Siemens, y que consiste en una solución que integra todo lo necesario para automatizar de forma completa y segura todo el proceso de producción.
Enrique Bojórquez Valenzuela, presidente de Sucroliq, señala que esta empresa ya tenía plantas en Amecameca y Monterrey; sin embargo, hace un par de años, en la de Irapuato decidieron dar un paso mucho más grande.
"Es la planta más moderna de su tipo en el mundo, con un nivel altísimo de automatización y de control de todas las etapas del proceso", asegura el empresario.
La decisión de utilizar lo último en tecnología, agrega, se tomó porque en la industria alimentaria deben cumplirse muy altos estándares de calidad, por lo que había que trabajar con alguien que brindara la confianza necesaria a ellos mismos y a sus clientes, porque el azúcar líquida que genera Sucroliq se integra directamente a la línea de producción de las empresas que compran su producto.
"Nuestra materia prima es muy cambiante porque tomamos azúcares de todos los ingenios del país y finalmente hay que refinarla y homogeneizarla; además, el tipo y calidad del agua de cada lugar es otro factor crítico que debemos cuidar", apunta Bojórquez Valenzuela.
Tras evaluar dos o tres opciones más, Sucroliq decidió aliarse con Siemens: "Nos dio mucho más confianza y seguridad, sobre todo por su gran prestigio y experiencia, además de que veíamos que la gente que nos estaba atendiendo dominaba su materia", recuerda el directivo.
Información en todo momento
En un recorrido a través de esta planta de Sucroliq, Alicia muestra con orgullo todos los avances que poseen, que van desde terminales para monitorear que todos los procesos estén funcionando correctamente, hasta el seguimiento puntual de los costales de azúcar, desde que entran, hasta que se convierten en azúcar líquida.
"Podemos saber en todo momento dónde está cada saco de azúcar que yo meto a esta planta, y eso lo logra el sistema PCS7 con control de rutas, monitoreos, gráficas, alarmas y avisos", apunta.
"Tener la información disponible en todo momento es una herramienta muy fuerte para que cualquier cliente pueda conocer lo que está pasando en su planta, aunque se encuentre del otro lado del mundo, eso te da mucha confianza", destaca Alicia.
Aunque la planta trabaja constantemente, el número de personal es pequeño y la mayoría se encuentra en áreas como la recepción de los sacos de azúcar, los cuales se reciben sin refinar y a los que se les coloca una etiqueta que permite monitorearlos durante todo el proceso al ingresar los datos a un sistema mediante un escáner.
A través de siete monitores instalados en un puesto de control, también se puede verificar –a través de gráficas y textos en español– el funcionamiento de esta planta que produce unos 150,000 litros de azúcar líquida al día, lo cual se logra a través del uso de un proceso propio patentado y de origen 100% mexicano.
Entre los clientes de Sucroliq, además de Danone, se encuentran empresas de la talla de Kellogg's, Nestlé y Jumex.
Un gran diferenciador
Para Bojórquez Valenzuela, utilizar esta tecnología es un diferenciador para sus clientes, ya que hace más eficientes sus procesos, más confiables y, sobre todo, reduce costos.
"Sin tecnología de la industria 4.0, sin los niveles de control del proceso que nos da, ya hubiéramos desaparecido porque nuestros clientes son sumamente exigentes para aceptarnos como proveedores. Si no tuviéramos esta tecnología, estoy convencido de que ya no existiríamos como compañía", subraya.
Este modelo ha sido tan exitoso, que entre los planes de Sucroliq está abrir plantas como las de Irapuato en otros lugares del mundo. "Ser pioneros de la industria 4.0 es un reto que nos entusiasma", afirma.
"Para nosotros, esto es un granito de arena para hacer un país mejor y dejar el ejemplo a las próximas generaciones de que se pueden generar en México empresas de calidad mundial".
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