Si perdiste tu trabajo durante la pandemia por COVID-19, es importante que sepas qué pasa con tu cuenta individual de Afore, cómo puedes mantenerla activa y cómo puedes aportar recursos a ella para tu retiro.
Quedarse sin empleo es un momento difícil, por ello, aquí también te explicamos cuáles son las diferencias entre una cuenta activa y una inactiva, así como los beneficios de mantener el ahorro voluntario para el retiro.
¿Al perder el empleo, se pierde el ahorro en la Afore?
Cuando una persona queda desempleada y en consecuencia no cotiza a la seguridad social, su cuenta individual se mantiene vigente dentro del Sistema de Ahorro para el Retiro, es decir, la cuenta no se pierde.
Los recursos se siguen administrando dentro de la Afore seleccionada y son invertidos a través de las SIEFORES. Asimismo, el dinero se mantiene en la cuenta hasta que el titular tenga la edad autorizada y cumpla con los requisitos para solicitar su resolución de pensión ante el IMSS.
¿Cuento con seguridad social tras quedar sin empleo?
Cuando una persona termina su relación laboral, mantiene conservación de derechos para asistencia médica solo por 8 semanas contadas a partir de su baja y conserva su derecho a pensión para el seguro de invalidez y vida por el equivalente a la cuarta parte del tiempo cotizado para el seguro de Retiro Cesantía en edad avanzada y Vejez.
Sin embargo, para recuperar los derechos perdidos hay dos caminos:
Reingresar al régimen obligatorio, es decir, regresar con un patrón que lo registre de nuevo al Seguro Social (IMSS).
O bien, puede contratar la incorporación voluntaria al régimen obligatorio, mejor conocida como Modalidad 40. Esta opción permite a un trabajador que ha sido dado de baja por un patrón, aportar voluntariamente a su cuenta, eligiendo el salario con el que desea cotizar por sí mismo. Es importante mencionar que esta alternativa no contempla el derecho a la asistencia médica.
Diferencias entre una cuenta activa y una inactiva
Una cuenta activa es aquella que recibe aportaciones tanto obligatorias como voluntarias de manera permanente y constante. Por el contrario, una cuenta inactiva, para el caso de trabajadores cotizantes al IMSS, es aquella que no ha recibido aportaciones en los últimos 6 bimestres.
Para los dos tipos de cuentas se genera la misma rentabilidad y se establece la misma comisión.
Para aquellos trabajadores que hayan perdido su empleo, la única manera de mantener la cuenta individual activa es a través de aportaciones voluntarias.
¿Cuáles son los beneficios de mantener una cuenta individual activa?
El principal beneficio es tener una mejor pensión al momento del retiro, además de cumplir con los objetivos financieros de corto, mediano y largo plazo. Incluso, puedes lograr rendimientos atractivos de mediano y largo plazo, superiores a los instrumentos bancarios tradicionales.