La necesidad de llegar a un destino lo más rápido posible o el estrés del día a día en las calles mientras se conduce son factores que pueden causar un accidente automovilístico; si desafortunadamente se choca con alguien sin un seguro no todo está perdido, hay opciones para enfrentar el siniestro de la mejor manera.
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) indicó que en diciembre del año pasado los accidentes en los que estuvieron involucradas unidades aseguradas disminuyeron 2.7 por ciento mensual y 13.4 por ciento año contra año, con 28 mil 212 siniestros. Esto refleja que nadie está exento, ni aquellos que sí se protegen con un seguro de auto, aunque contar con una de éstos si puede ayudar al bolsillo a la hora de hacer frente a esta situación.
El costo promedio de estos percances van de 24 mil pesos con daños materiales, hasta 500 mil pesos si hay lesionados. Es la falta de precaución de las personas al momento de salir y manejar la principal causa para que estas situaciones se presenten, de acuerdo con Álvaro Madrigal, director y cofundador de la aseguradora Mi Compa.
“La mayoría de los accidentes ocurren por exceso de velocidad y también porque la gente va bajo los efectos del alcohol. En general, los accidentes se pueden evitar, con la prevención de respetar las reglas de tránsito y revisar el auto antes de salir”, indicó el directivo.
Pero no todos se preparan para una situación así. Menos de 7 millones de personas en México cuentan con un seguro para su automóvil, esto a pesar de que el parque vehicular en todo el país superaba los 34 millones de coches a noviembre de 2021, de acuerdo a datos del INEGI.
Dicho de otro modo, es un poco alta la probabilidad de que se esté involucrado en un choque en el que la persona responsable no cuente con un seguro que pague por los daños causados. Sin duda, se trata de una situación desagradable, pero puede resolverse.
Lo más recomendable en estos casos es contar con un seguro propio, ya que puede salir muy caro depender de la previsión de los demás.
Si se involucra en un accidente vehicular en el que la otra parte es la responsable, lo primero que se debe hacer es mantener la calma y realizar una evaluación de la situación. Revisar si hay personas heridas y si el automóvil propio sufrió daños.
Una vez hecha la evaluación, se debe llamar a la aseguradora. Hay que recordar tener siempre en mente la fecha de vigencia de la póliza, el tipo de cobertura que se tiene y los nombres de los beneficiarios.
Mientras se habla con el agente de la aseguradora, hay que tener los datos pertinentes a la mano: número de póliza, beneficiarios, ubicación del accidente y una breve explicación del mismo.
En lo que el agente de la aseguradora llega al lugar del accidente, es recomendable esperar en un lugar seguro, pero sin alejarse del vehículo, siempre y cuando no haya riesgo (como en medio de una avenida concurrida o carretera).
No hay que hacer acuerdos con las otras personas involucradas en el accidente, ya que podría entorpecer la labor del agente. También se deben evitar las discusiones.
Cuando el agente de seguros haya llegado, se realizará una evaluación del accidente para determinar quién es el responsable. Si concluye que la otra parte tuvo la culpa del choque, indicará si los daños son cubiertos por su póliza. Aquí hay que estar muy atento a lo que determine el agente, para contar con toda la información relevante sobre la cobertura de daños.