Una estudiante que era beneficiaria de una beca olvidó cancelar la cuenta bancaria donde le depositaban el apoyo económico y tiempo después recordó su existencia cuando limpió su cuarto: ahí estaba, una tarjeta bancaria que generó un gasto más para ella y un dolor de cabeza para sus finanzas personales.
Y sí... pasa que asumimos que al dejar de usar una tarjeta con o sin dinero, esta cuenta bancaria se desactiva por arte de magia y no es así.
Debemos realizar el trámite de cancelación de tarjeta ante la institución bancaria, de lo contrario te pueden cobrar la comisión de mantenimiento de cuenta.
Firmarás un documento donde tú como usuario validarás la operación, además de dejar la cuenta en ceros, el dinero que tengas se te devolverá o deberás pagar si hay algún interés generado.
Las cantidades que cada institución bancaria cobran varían de acuerdo a cada una, por ello te recomendamos que revises el contrato de apertura de cuenta, ahí viene detalla la comisión por tener una tarjeta de débito y crédito con ellos.
El mantenimiento de cuenta se cobra cada cierto periodo de tiempo, depende de la entidad financiera. Por ello revisa con frecuencia cuáles tarjetas ya no usas y evita pagar el banco por algo que ya ni siquiera recordabas que tenías activo.
¿Qué pasa si mi cuenta sigue activa?
Otros problemas a los que te puedes enfrentar si olvidas cancelar tu cuenta bancaria están relacionados con delitos como:
- Robo de identidad, ya que tu cuenta puede ser usada por terceros y generar cargos a tu nombre.
- Ciberdelincuentes pueden usar tus datos para realizar operaciones ilegales.
¿A dónde se va tu dinero si no haces movimientos en tus cuentas bancarias en 6 años?
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el banco tiene la obligación de avisar al domicilio registrado en la cuenta, con 90 días de anticipación a que se cumplan seis años de inactividad en la cuenta, que los recursos se irán a la cuenta global; sin embargo, durante este período el monto depositado sigue siendo tuyo.
La Beneficencia Pública es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud, que tiene la facultad de administrar los recursos que recibe por donaciones, herencias y cualquier otro título legal, adicionalmente administra recursos presupuestales de la recaudación fiscal federal para atender las necesidades más urgentes de las clases más desprotegidas.