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¿Síndrome de la vaca gorda? Estas enfermedades financieras se pueden desarrollar en diciembre

La adicción al gasto y el síndrome de las vacas gordas repuntan en las fiestas decembrinas y esto puede generar serios problemas de endeudamiento.

La falta de una buena planeación financiera puede poner en riesgo el patrimonio personal y familiar. (Especial)

A pesar de que diciembre es un mes ‘generoso’ para los trabajadores de México, ya que reciben el aguinaldo y la caja de ahorro, algunos utilizan esta ‘lanita extra’ para pagar sus deudas que adquirieron en el año y se quedan sin dinero para futuras emergencias.

La adicción al gasto y el síndrome de las vacas gordas repuntan en las fiestas decembrinas ante el bombardeo de publicidad y los regalos de Navidad, por lo que estas enfermedades financieras pueden generar serios problemas de endeudamiento e incumplimiento de pagos.

De ahí la necesidad de que se realice una buena planeación de las finanzas personales y una adecuada administración de la economía personal, con el propósito de hacer frente a imprevistos y alcanzar metas específicas.

Arturo Morales Castro, profesor-investigador de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA), explicó que la falta de una buena planeación financiera puede poner en riesgo nuestro patrimonio personal y familiar, por lo que es importante realizar una mínima inversión.


El objetivo es obtener grandes rendimientos en términos de tranquilidad para el futuro a corto plazo.

¿Qué enfermedades financieras pueden desarrollar las personas?

El experto en finanzas enumeró las llamadas enfermedades financieras, de las cuales, dijo, todos somos susceptibles de contagiarnos si no contamos con una buena planeación:

  1. Adicción al gasto: se refiere a que las personas pueden ser muy irracionales a la hora de consumir y empoderadas con el aguinaldo o la caja de ahorros, se transforman en potenciales compradores compulsivos.
  2. Laberintitis monetaria: se presenta cuando no se tiene una planeación financiera que permita tener un objetivo y una asignación a los ingresos monetarios, lo cual conduce a una desorientación al no saber qué hacer con el dinero.
  3. Síndrome de las vacas gordas: es cuando las cosas marchan bien, los gastos son menores a los ingresos, la situación financiera es boyante, las personas se sienten bien con su ritmo de vida y su nivel de consumo, y muchas veces se realizan gastos superfluos o innecesarios sin tomar en cuenta que dicha situación financiera no será permanente.
  4. Ilusión del consumidor: se refiere a querer comprar y consumir sin antes tener organizados los ingresos con los que dispone, dando lugar a los llamados “tarjetazos”, que después se convierten en verdaderas afecciones crónicas.
  5. Automedicación financiera: se manifiesta al querer solucionar los problemas financieros con la estrategia clásica de cubrir una deuda con otra deuda y otra y otra, con el único propósito de remediar los síntomas, pero no la enfermedad ni sus causas.

¿Cómo podemos realizar una planeación financiera exitosa?

Para realizar una planeación financiera exitosa, Morales Castro aconsejó elaborar un inventario del patrimonio personal y familiar e iniciar con una lista de los bienes materiales como casas, autos, muebles, joyas, etcétera, y otra con los bienes intangibles que son los ahorros en bancos, inversiones y seguros.

Una vez que se tiene el cálculo del patrimonio, se puede iniciar una planeación financiera, que no es otra cosa que la estimación futura de nuestros ingresos y gastos, estableciendo objetivos a corto, mediano y largo plazo.


Sin embargo, debes de tomar en cuenta cuánto presupuesto tienes y qué compromisos debes de cumplir. Si alcanza para cubrir estos propósitos, tendrás una situación financiera equilibrada, pero si no alcanza, estarás en problemas y tendrás que buscar otras opciones para resolverlos.

El experto sugirió que al momento de hacer la planeación financiera, también se deben tomar en cuenta dos aspectos fundamentales: el plazo de nuestros planes y el monto de lo que queremos comprometer, tomando en consideración que siempre se debe cuidar que haya un balance entre los gastos que vamos a realizar y el total de nuestro patrimonio, del cual se recomienda no comprometer más de 30 por ciento del total.

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