¿Planeas poner un negocio o expandir el que ya tienes en los próximos meses? Si estas planeando algo así, pero el principal obstáculo es la falta de recursos monetarios, siempre tendrás la opción de solicitar un préstamo a largo plazo a alguna institución bancaria.
Según BBVA México, un préstamo a largo plazo ofrece la posibilidad de devolver el dinero solicitado en un periodo mayor a un año.
Detalla que el financiamiento obtenido se emplea para grandes proyectos, como invertir, comprar inmuebles o expandir negocios ya consolidados. Además, se pueden solicitar cantidades mayores y los pagos suelen ser mensuales.
¿Cuáles son las características de un préstamo a largo plazo?
- Es renegociable.
- Ayuda a mejorar el historial crediticio.
- Se pueden adaptar a las necesidades de quien lo solicita.
- Existen diversas exigencias y requisitos para su obtención; muchas veces no se cuenta con el aval suficiente.
- Sus tasas de interés suelen ser más altas.
- Hay comodidad de pago, ya que se devuelve en muchas cuotas a lo largo de años.
¿Cuáles son los tipos de préstamos a largo plazo?
Según la institución bancaria Santander, estos son los tipos de préstamos a largo plazo a los que puedes acceder, dependiendo de tus necesidades:
Préstamos personales
Se recomienda destinarlos a la compra de bienes o servicios como viajes o hacer reparaciones en tu casa. Se detalla que los costos no deben ser tan elevados.
Préstamos al consumo
Los puedes solicitar para adquirir un nuevo auto, una computadora, un celular y diversos dispositivos tecnológicos de alta gama.
Préstamos para estudiar
Son solicitados por muchos padres y madres de familia para pagar colegiaturas de sus hijos o incluso las propias. Una de las ventajas de este tipo de préstamos es que con frecuencia se aplican intereses más bajos.
Préstamos hipotecarios
Es una buena opción para cuando deseas adquirir una casa. Las cantidades que el banco presta en estos casos son elevadas y el inmueble mismo se toma como garantía de pago.
Préstamos para empresas
Son solicitados por empresas y se aplican para invertir o financiar un nuevo plan de negocio; se recomienda no usarlo para ‘sanar’ una falta de liquidez.