Estrenar un hogar, ya sea nuevo o con sus años de antigüedad, no es garantía de que no presentará algún tipo de desperfecto o vicio oculto, sin embargo muchos no saben qué son estos detalles y sobre todo quién es el responsable, si el propietario o el inquilino.
Los vicios ocultos son desperfectos o averías que presenta un inmueble previo a ser habitado, es decir, que no son visibles ante la visita que se realiza previo a la adquisición o renta del espacio. De acuerdo con Jessica Rivas, coordinadora de mantenimiento de Homie.mx, plataforma especializada en rentas de larga estancia, “los vicios ocultos más recurrentes y que más son reportados por los inquilinos y propietarios son las fugas de agua, gas, variaciones de voltaje que dañan los electrodomésticos, humedad, chapas o cerraduras tanto de puertas como ventanas y sobre todo boilers y calentadores”.
La responsabilidad ante estas averías o desperfectos depende del tipo de daño o bien la avería detectada. “En ocasiones existe confusión entre arrendatarios y arrendadores para determinar la responsabilidad y reparación de algún daño, ante estas eventualidades siempre hay que dialogar y determinar si fue un mal uso de las instalaciones o bien algún defecto de la construcción. Para ello es importante contar con un aliado que sea mediador ante estos hechos y que responda eficazmente ante las fallas. Si es un caso urgente, que pone en riesgo a los inquilinos y el inmueble que habitan, tenemos un tiempo máximo de respuesta de 24 horas para resolver este inconveniente en la vivienda, pero gracias a los aliados estratégicos con los que contamos se hacen en mucho menos tiempo”, informó Rivas.
“Un punto clave consiste en revisar el contrato de arrendamiento previo a firmarlo y estar de acuerdo con el periodo que tenemos para reportar algún vicio oculto, como goteras, fugas, presión de agua, puertas del clóset, la presión en la regadera, entre otros. En general, los mexicanos no tenemos la cultura del mantenimiento y es importante realizar esta acción cada cierto tiempo, por ejemplo, cada dos o tres años reemplazar las llaves de los grifos para evitar un deterioro mayor”, afirmó la especialista de la plataforma.
De acuerdo con los especialistas, un ejemplo claro para dictaminar la responsabilidad de un daño o reparación, consiste en la instalación de la lavadora, ya que si llega a afectar la tubería de la propiedad en dicho proceso, es atribuido al inquilino. Por el caso contrario, la responsabilidad recae en el propietario cuando un cancel no cierra, la ventana no cierra correctamente, la chapa está floja o no abre correctamente, etc, el dueño del inmueble tiene que hacerse cargo ya que es el encargado del mantenimiento general de su propiedad.
“Los daños a terceros son un caso especial. Si se presenta un vicio oculto en el inmueble que rentas y este afecta a un vecino o departamento de abajo o lateral es total responsabilidad del propietario, un ejemplo son las fugas de agua que originan humedades o goteras en otro inmueble”, aclaró la especialista.