Como cada año, los trabajadores han ido recibiendo los pagos por reparto de utilidades, que representa una porción de las ganancias generadas por su empleador durante el año anterior; sin embargo, no todas las empresas tienen la obligación de realizar este pago.
Aunque se trata de un derecho constitucional de los trabajadores para recibir una parte de las ganancias obtenidas por una empresa a través de su actividad productiva o servicios en el mercado, hay algunas compañías que están legalmente exentas de esta responsabilidad.
El reparto de estas debe hacerse dentro de los 60 días posteriores a la fecha de pago del impuesto anual, es decir, los empleados de empresas tienen una fecha límite de pago de utilidades a más tardar el 30 de mayo, mientras que los trabajadores de un patrón (personas físicas con actividades empresariales y profesionales o personas físicas con régimen de incorporación fiscal) las recibirán a más tardar el 29 de junio.
¿Qué son las utilidades de una empresa?
Las utilidades se refieren a las ganancias o beneficios obtenidos por una empresa después de deducir los gastos, impuestos y otras obligaciones financieras. Son generadas a través de diversos ingresos. Son una medida clave del desempeño económico de una organización y, en muchos países, se establecen regulaciones para su distribución equitativa entre los accionistas y, en muchos casos, entre los empleados, como parte de sus derechos laborales.
¿Cómo se calculan las utilidades?
Desde 1985, el monto fijado es del 10% de la utilidad anual de la empresa del año fiscal anterior, es decir, en 2023 se repartirá la utilidad de 2022. Con la reforma de subcontratación de 2021 se estableció como límite máximo el promedio de las utilidades que el trabajador recibió los últimos tres años o tres meses de su salario, lo que resulte más favorable para el empleado.
De acuerdo con el artículo 123 de la Ley Federal del Trabajo, ese 10% de las ganancias se divide en dos partes iguales: de acuerdo con el número de días laborados por cada uno de los empleados durante el año sin importar el salario (50%) y, en proporción al monto de salarios devengados por el trabajo de un año (50%).
Si el empleado trabajó en la empresa durante algunos meses del año pasado (más de dos), obtendrá una parte proporcional de las utilidades.