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¿Cómo hacer rendir tu aguinaldo para pagar, invertir y ahorrar? Esto debes destinar para cada cosa

¿Recibiste el pago de tu aguinaldo? Conoce cuánto designar para el pago de deudas, invertirlo, ahorrarlo o gastarlo en lo que mejor te convenga.

Pago de aguinaldo 2023: ¿Cómo y en qué gastarlo?

El pago de aguinaldo es un derecho por ley de todos los trabajadores, sean de base, de confianza, de planta, eventuales, de tiempo determinado o sindicalizados, De acuerdo con el artículo 87 de la Ley Federal del Trabajo, este deberá pagarse antes del día 20 de diciembre de cada año.

El aguinaldo corresponde mínimo al equivalente a quince días de salario, para aquellos empleados que lleven un año laborando. Y para quienes hayan concluido su relación laboral, ya sea por renuncia, término de contrato o despido, antes de los 12 meses, se les debe pagar la parte proporcional del mismo, conforme al tiempo trabajado.

Si bien el aguinaldo es una prestación obligatoria para los trabajadores formales, de la cual puedes disponer anualmente y hacer uso de ese dinero en lo que desees. También es importante que consideres esta retribución de tu trabajo para hacer del año nuevo un periodo sin deudas e incluso hacer crecer tu aguinaldo mediante la inversión.

¿Cuánto destinar de mi aguinaldo para pagar deudas?

Si eres de los que ya tiene gastado el aguinaldo antes de recibirlo, este método para administrarlo podría ayudarte a cubrir tus deudas y gastos de una mejor manera. De acuerdo con la CONDUSEF, lo recomendable ante estos casos, es destinar al menos una tercera parte del aguinaldo para el pago de estas deudas, ya sea para préstamos, pago de la tarjeta de crédito o incluso créditos hipotecarios.


Ya sea para saldar deudas o liquidar los ‘tarjetazos’ del Buen Fin, lo ideal es que trates de liquidarlas por completo. En el caso de adeudar varias tarjetas, debes considerar que la primera a pagar es aquella que cobre mayores intereses, sin dejar de pagar al menos el mínimo en todas las demás.

Para los adeudos en créditos hipotecarios, la recomendación es que trates de realizar abonos a capital, pues esto ayudará a que a largo plazo pagues menos intereses durante la vida de tu hipoteca.

¿Cuánto ahorrar de mi aguinaldo?

Si cubriste tus deudas sin mayor problema, el aguinaldo también puede ser un seguro o fondo ante imprevistos o emergencias. Recordemos que luego de los gastos que conlleva la época decembrina, podría desembocar la llamada cuesta de enero.

Ante esta situación, la CONDUSEF sugiere conservar al menos un 10 por ciento del aguinaldo como una parte para el ahorro de forma inmediata, es decir, que puedas contar con ese dinero cuando lo necesites. De este modo, tendrás más que un ahorro, un colchón económico ante cualquier imprevisto.


¿Cuánto y cómo usar mi aguinaldo para invertir?

Otra opción para aprovechar y hacer crecer el dinero de tu aguinaldo es invertir en algún producto que te genere rendimientos.

Existen distintas opciones para empezar a invertir, no es necesario contar con una gran cantidad, abrir cuentas bancarias o arriesgar tu dinero. Puedes comenzar con los CETES y sus distintos instrumentos de inversión, que te permiten iniciar desde 100 pesos, donde obtendrás rendimientos fijos, aunque pequeños, pero sin riesgo de perder tu dinero.

Aunque si lo que buscas es obtener rendimientos superiores, existen otras alternativas de inversión como lo son las instituciones financieras de financiamiento colectivo, mejor conocidas como crowdfunding o a las Sociedades Financieros Populares (Sofipos).

¿Qué puedo comprar con mi aguinaldo?

Una vez que logres administrar tu aguinaldo para pagar, ahorrar e invertir, también podrás disfrutar de este dinero extra a tu salario habitual. El cual representa una gratificación por el esfuerzo y trabajo realizado a lo largo de un año.

Disponer del resto de tu aguinaldo para disfrutarlo en lo que desees, te permitirá realizar tus actividades habituales de una forma más satisfactoria.

Con el dinero de tu aguinaldo puedes adquirir desde ropa y calzado, hasta un nuevo celular, una pantalla de TV, videojuegos o algún electrodoméstico, es decir, artículos duraderos que no puedes comprar con tanta regularidad.

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