Monterrey

Angel Maass: Financiamiento…¿Cuestión Coyuntural?

Contrario a los ajustes al alza en las perspectivas de crecimiento económico, la mayoría de los datos confirman un estrechamiento del crédito.

Estimado lector, cada día es más común escuchar sobre la disyuntiva entre falta de demanda, o bien si la disminución de saldos crediticios obedece a estándares de análisis más estrictos. Incluso, podría ser una combinación de ambos factores.

Con base al último comunicado de prensa emitido por Banco de México (Banxico) sobre agregados monetarios y actividad financiera con datos de febrero 2021, la cartera de crédito vigente al sector privado de la banca comercial continúa alargando tu tendencia en terreno negativo al ubicarse en $4,592.2 miles de millones de pesos. Es decir, -6.0 por ciento real anual desde -5.1 por ciento de enero del presente año.

Al analizar su principal componente, el crédito otorgado a empresas y personas físicas con actividad empresarial que representa 56.3%, también ha corrido con la misma suerte al registrar -5.9 por ciento desde -4.7% por ciento en el mes previo. Por su parte, consumo y vivienda presentan comportamientos mixtos, el primero situándose en -13.6 por ciento y el segundo en 4.5 por ciento, aunque influenciado positivamente por clase media y residencial. Todos estos porcentajes de forma anual y términos reales.

Sin embargo, el componente más afectado fue el integrado por los intermediarios financieros no bancarios (IFNB) que reportaron -27.1 por ciento, sin considerar a las SOFOMES reguladas subsidiarias de instituciones bancarias y grupos financieros. A la fecha referida, dicho componente presenta un saldo de $68.8 miles de millones de pesos.

Cabe recordar que en crisis anteriores como la del error de diciembre o la inmobiliaria, las rachas con tasas negativas de financiamiento de la banca comercial a IFNB fueron de 33 y 29 meses, respectivamente. Ambas ocurridas entre diciembre 1995 y agosto 1998, así como de noviembre 2008 a marzo 2011.

De hecho, en la era del Covid-19 y con base a cálculos propios, el crédito vigente otorgado por la banca comercial a los IFNB ha experimentado 9 meses consecutivos registrando tasas negativas desde junio del año pasado, o desde otra perspectiva, en 14 meses de los últimos 24.

Al respecto, habrá que esperar cuando se presentará el punto de inflexión, no solamente para los IFNB, sino para todos los segmentos. Aún y cuando esto ocurriera, seguramente pasaran varios meses más para que veamos tasas de crecimiento en terreno positivo, como consecuencia de los retrocesos señalados.

Quizá de aquí se podría desprender un debate sobre los posibles avances a futuro en materia de inclusión financiera. Recordemos que los IFNB, regularmente atienden segmentos poco considerados por bancos, tomando en consideración el tamaño de los portafolios de crédito de estos últimos.

Me queda claro que tanto la banca, como los IFNB aún enfrentan el reto de mantener un balance sólido, con sana calidad de activos y una robusta capitalización. Precisamente, este es un estigma que los IFNB han enfrentado por muchos años, aunque también se ha visto la asilada quiebra de un par de bancos después de la crisis financiera de 1994-1995, incluso uno relativamente reciente.

No obstante, le comparto que no todo es como lo pintan, ya que ciertos IFNB poseen mejores métricas financieras que algunos bancos medianos y chicos. Incluso con mejores calificaciones otorgadas por las diferentes agencias de rating.

Sólo por dar un ejemplo, actualmente la calificadora Fitch Ratings mantiene calificados aproximadamente a 25 IFNB en la escala nacional de ‘A’. Mientras que HR Ratings y PCR|Verum Calificadora poseen alrededor de 20 y 15 entidades en el mismo nivel de rating.

Si usted ha llegado a este punto de la lectura, probablemente se pregunte sobre el desempeño de la banca de desarrollo. Le comparto que, al cierre de febrero de 2021, su financiamiento registró un crecimiento real anual de 1.2 por ciento, favorecido por incrementos al sector público federal, así como a estados y municipios, ya que, al interior de este indicador, el financiamiento al sector privado tuvo una tasa negativa de 1.6 por ciento.

Adonde quiero llegar con esto. Es difícil identificar con certeza la lectura del financiamiento. Principalmente cuando las proyecciones de crecimiento económico se han ido ajustando al alza, pero por otro lado observando que algunos indicadores aún se mantienen en contracción.

Por último, no puedo dejar de mencionar la ventana de oportunidad ante las medidas ultra expansivas adoptadas por nuestro vecino del norte. ¿Acaso será cuestión de tiempo para poder aprovechar esta ola de optimismo? Solo espero que, para el beneficio de todos, no dejemos que este momento se nos esfume literalmente de las manos.

El autor es economista por el Tecnológico de Monterrey (Campus Monterrey) con máster en finanzas y administración, ambos grados por EGADE. Actualmente es Director de Estudios Económicos de Grupo Unicco, aunque las opiniones aquí plasmadas no necesariamente coinciden con la entidad en la que labora.

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