Esta semana se dio a conocer que un poco más de mil 600 investigadores de universidades privadas dejarían de recibir el estímulo monetario del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). De aprobarse, esta medida perjudicará, sin duda, a la investigación en el país. Es importante resaltar que el nivel de inversión en el país en ciencia y tecnología es muy bajo, actualmente 0.3 por ciento del PIB, comparado con 2.5 por ciento en promedio en la OCDE.
La ciencia y tecnología tiene muchos beneficios y externalidades positivas para una economía. Primero, porque contribuye a la expansión de la productividad de la economía en el futuro, es decir, el PIB potencial. Al tener mayores avances científicos en diversas áreas de la economía se eficientizan procesos, se decir, se produce más con menos lo que eleva el nivel de productividad en la economía. Mayor productividad se traduce en un mayor potencial de crecimiento económico lo que está relacionado con la creación de más y mejores empleos en el futuro.
Segundo, porque eleva las remuneraciones de la población. Los avances científicos se traducen en un mayor valor agregado en la producción de bienes y servicios lo que se refleja en mayores remuneraciones de los trabajadores. Los países con los ingresos per cápita más altos del mundo están relacionados con una fuerte inversión en ciencia y tecnología.
Tercero, porque los avances científicos tienen un impacto importante en la salud, bienestar y educación de un país. Los países que invierten más en la ciencia de la salud tienen poblaciones más sanas y mejor informadas. Además, promueve la discusión y el debate inteligente.
Finalmente, porque los avances científicos atraen mucha inversión y capital humano calificado. Los países con una inversión elevada en ciencia y tecnología atraen las mejores mentes del mundo científico lo que contribuye a desarrollar aún más a sus economías. Ejemplos de casos exitosos son Suiza, Singapur, El Reino Unido y EUA.
Así, la decisión de retirar el estímulo a los investigadores y científicos de universidades privadas tendrá un detrimento importante en la economía. Entre los posibles impactos está una fuga de cerebros de científicos a otros países donde estén mejor remunerados. Una pérdida de productividad en el futuro lo que mermará el potencial de crecimiento y la creación de empleos de calidad. Mayores costos de producción ya que se tendrá que importar aún más la tecnología proveniente del exterior a una sobre tasa.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido. Fue el economista en jefe para México de Itau BBA, director general adjunto de Organismos Financieros Internacionales en la SHCP e investigador en el Banco de México.