Monterrey

Ataca la inflación alimentaria: ANPEC

El presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes comentó que los precios se dispararon por el ajuste a las tarifas eléctricas.

(Cuartoscuro)

Como consecuencia de la inflación anual no subyacente, que registra los precios de los productos agropecuarios, de los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno, que se ubicó en la primera quincena de abril en 12.21 por ciento anual, se ha generado un repunte en los precios de los alimentos creando una inflación alimentaria, señaló Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).

Bajo la visión del dirigente regiomontano, “entre otros factores, los precios se dispararon por el ajuste a las tarifas eléctricas dentro del esquema de temporada cálida en 18 metrópolis del país”,.

Detalló que el cambio a una tarifa mayor de la energía eléctrica, más el incremento de los energéticos han encarecido tanto el suministro de las mercancías al mercado como su costo de producción.

“La inflación alimentaria que vive el país es un mal síntoma de la economía nacional que no se debe relativizar ni soslayar y esta espiral inflacionaria seguirá en ascenso por lo que resta del año”, comentó.

Explicó que la sequía, la caída del poder adquisitivo, el incremento de las gasolinas, del gas LP y luz; restricciones por pandemia y las inauditas prohibiciones comerciales al suministro o las ventas constituyen un coctel amargo para la población que se llama Inflación Alimentaria.

“La inflación alimentaria, cuyo elegante nombre técnico es “inflación no subyacente”; ya no se puede negar ni ocultar, ya que ha provocado una inflación anual subyacente de precios del 6.05 por ciento, cifra que duplica la prevista por el Banco de México del tres por ciento, siendo la mayor desde el 2017″, agregó.

El economista de la UANL, Jorge O. Moreno, explicó que la autonomía en la política monetaria y el manejo prudente de sus instrumentos son la delicada línea de flotación de México en medio de la tempestad que se vislumbra con motivo de las elecciones estatales y federales en los próximos meses de este año.

“Lo último que necesitan los más pobres del país, luego de poner en riesgo su capital humano en forma de salud y educación durante la actual pandemia, es destruir su ya vulnerable poder adquisitivo con el gravamen regresivo por excelencia: el impuesto inflacionario”, cuestionó Moreno..

Rivera dijo que productos de consumo esencial como el maíz, que empuja a la industria de la masa y la tortilla a buscar aumentar próximamente el kilo de tortilla a 24 pesos; la escasez del frijol negro y pinto en el mercado nacional debido al factor estacional de la sequía nos obligará a importar este grano de consumo básico nacional con el sobrecosto que implique (hasta 53 pesos por kilo).

Resaltó que el pueblo de México es resiliente, capaz de resistir sismos, huracanes, pandemias y malos gobiernos, pero lo que no puede sortear es el hambre.

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