Hace algunos meses escuché una de las frases más poderosas sobre liderazgo: “Si realmente quieres trascender como líder en la vida de las personas, demuéstrales que te importan”. Esto se refiere no solo a poseer las competencias de liderazgo que todos conocemos, sino a las habilidades humanas que nos permiten conectar emocionalmente con la gente, lo cual va más allá de solamente guiarlos en su desempeño laboral y desarrollarlos como profesionales.
Simon Sinek describe las habilidades duras como aquellas que se necesitan para desempeñar un trabajo. De igual manera, las habilidades humanas como el “saber escuchar, tener empatía, ser pacientes, saber cómo tener conversaciones difíciles y saber cómo tener confrontaciones efectivas”, son las que nos ayudan a ser mejores líderes enfocados en las personas.
Últimamente he escuchado decir que “las empresas se han vuelto cada vez más humanas”; sin embargo, difiero un poco de esta afirmación. Hoy vivimos una realidad muy diferente debido a los cambios provocados por la pandemia, por lo que los líderes han ido desarrollado habilidades que los vuelven más humanos, entendiendo que las personas deben ser el centro de sus decisiones, además de que sus nuevas estrategias de negocio se basan en la gente.
Ante este entorno en donde el liderazgo debe centrarse más en las personas y con un enfoque más humano, en días recientes tuve la oportunidad de leer el libro “The Art of Caring Leadership” escrito por Heather R. Younger (2021); en él, la autora menciona algunos comportamientos que los líderes deben demostrar para hacer sentir importantes a las personas, tales como: reconocerlos, estar con ellos en la línea de batalla, lograr conectar profundamente con cada quien, destinar tiempo de la agenda para conversar uno a uno, compartirles algo de ti y ser accesibles.
Como parte de un liderazgo empático, es importante expresarles gratitud por la labor que realizan, motivarlos a través de retroalimentación positiva, ser transparentes y humildes con ellos e inspirarlos a ser mejores. Lo descrito anteriormente, aunado a un genuino deseo de entender, expresar y demostrar aprecio y cuidado por la gente, forma parte de todo un proceso por lograr esta conexión emocional con las personas que lideramos día con día.
Necesitamos ver a nuestra gente no solo como “trabajadores”, sino como las personas complejas y emocionales que son, que se enfrentan a los desafíos del mundo real. Cuanto más podamos infundir estas variables humanas en las políticas y prácticas de las organizaciones, es más probable que prosperemos durante estos tiempos difíciles y los que están por venir (Marcus Buckingham, 2021).
Te dejo una reflexión final ¿Qué tanto has logrado conectar emocionalmente con tu equipo? ¿Cuánto tiempo de tu agenda dedicas a tener conversaciones profundas con cada una de las personas que trabajan contigo? ¿Cómo demuestras tu empatía a la gente? ¿Qué has hecho para demostrarles y hacerlos sentir que te importan? Recordemos que el impacto que dejamos en las personas no tiene que ver tanto con los logros que obtuvimos, sino con la forma en que los hacemos sentir.
El autor tiene más de 14 años de experiencia como líder de la función de Recursos Humanos en diferentes empresas, es Master en Administración por la EGADE Business School y está certificado por la Society for Human Resources Management como Senior Certified Professional (SHRM-SCP). Es Socio e Integrante del Consejo Directivo de ERIAC y actualmente ocupa el cargo de Director de Desarrollo Humano en Grupo Rivero.