Monterrey

Javier Amieva: Los Republicanos estadounidenses, un peligro para México y los hispanos

El discurso divisionista y de odio del ahora exmandatario Donald Trump, lo llevó al triunfo.

Es de todos conocido el discurso divisionista y de odio que llevó a Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos (EU), que hizo eco en más de la mitad de los votantes y le dio el triunfo.

Cabe recordar, que entre otras acciones el ahora exmandatario exacerbó y promovió el derecho del pueblo norteamericano a no solo tener armas, sino a poseer a las conocidas como de asalto, cerrar fronteras a la migración legal, basándose en las cifras del desplazamiento de indocumentados, a terminar con los financiamientos para el desarrollo de la ciencia, finalizar con la ayuda a países en desarrollo, mediante discursos de odio o rencor para dividir al pueblo de Norteamérica y, claro, levantar un oprobioso muro con México.

Cuando por primera vez, a fines del 2018, Trump fue avisado de que las “Caravanas” de centroamericanos se estaban organizando para cruzar por México y llegar a la frontera de EU, Trump no se opuso, por lo contrario, vio en estas acciones una oportunidad política “que le venía como anillo al dedo”.

Además, liberó a miles de detenidos de esta región que estaban purgando condenas en las cárceles de EU y les envió de regreso a sus países de origen con la finalidad de enrarecer más el ambiente, argumentando que como resultado de  la violencia que ejercían en sus países, al promover las nacientes “caravanas” argumentó un “vaticinio” de que la nación norteamericana estaba siendo “invadida” a través de su frontera Sur, por “asesinos y violadores”, con lo cual su pronóstico se vio cumplido.

Ahora, con el triunfo del presidente Joe Biden, al  abrogar “órdenes ejecutivas” de Trump, se ha puesto fin a la prohibición para los ciudadanos de muchos países, a quienes por su religión se les prohibió, de un día a otro, ingresar a EU, revocándoseles sus derechos y visas, pero además desconociendo todos los convenios y tratados internacionales.

Así, ante una nueva diáspora y oleadas de migrantes buscando asilo, Trump se alió con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), logrando que su canciller Marcelo Ebrard, apoyara al país que el propio mandatario de EU estaba transformando al ofrecerle a México como un “tercer país seguro”, en donde mediante triquiñuelas políticas México ofrecería un espacio seguro, mientras la nación estadounidense resolvía, ya sea si debía o no otorgar asilo. Ahora, todos ellos deambulan en México, formando zonas de desplazados que sobreviven con dádivas y caridad.

Así, al restablecer Biden la posibilidad de otorgar el derecho de asilo; el éxodo de solicitantes y de miles de ciudadanos que huyen de Centroamérica - y del mismo México-, cruzan ilegal y flagrantemente la frontera de EU, la cual ha convertido en uno de los principales dolores de cabeza de su gobierno. El conflicto reside en mantener vigentes y cumplir con los tratados internacionales y con ello alimentar el miedo que Trump creó al recibir a los asilados, para así perder no solo capital político, sino que los propios republicanos hayan aprovechado esta situación para promover el uso y la venta de armas, para suscitar el odio a las minorías y así revivir proyectos del ex mandatario de EU, como ocurre con la edificación de un Muro, del cual se ha probado que es inoperativo pero que alimenta los odios raciales.

Si bien al principio de la presidencia de Trump, muchos Republicanos no estaban del todo en acuerdo con su formato político, al final vieron que permitir el uso irrestricto de armas, restringir programas de ayuda a las minorías, los esquemas de investigación científica y los programas de convivencia internacional les dan más votos, entonces ahora los propios Republicanos han adoptado el peligroso formato que utilizó Trump.

Así en Texas, el Gobernador Gregg Abbott quien utilizó en campaña la ascendencia de su esposa para ganar votos hispanos, hoy los ataca; él quien es un fanático Republicano y promotor del expresidente Trump, anuló antes de tiempo las medidas de control sanitario para combatir el COVID-19, promovió y aprobó una ley que le permitirá portar armas en forma irrestricta a cualquier ciudadano en Texas, sin necesidad de control de seguridad, verificación de tipo o uso del arma, sin capacitación y por supuesto sin licencia de portación de la misma, todo esto sería a partir de septiembre pasado.

Sin embargo, hoy Abbott, hoy se encuentra promoviendo un plan para continuar con el Muro de Trump y ha viajado a la frontera con México, haciendo creer que es necesario armarse y que “solo el muro podrá evitar el cruce de asesinos y rateros”, prometiendo que traerá a Trump hasta la frontera para que atestigüe y “prevenga” a los ciudadanos de esta zona sobre la necesidad de esta barda y de estar armados. ,

Para concluir es relevante reflexionar si los Republicanos son un peligro o no en base a un tuit  de la diputada federal Verónica Escobar, una demócrata de El Paso: “Si más gente muere de nuevo, sus manos estarán manchadas de sangre”. ¡Hasta la próxima!

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