A medida que el comercio se organiza cada vez más a través de cadenas de valor, ya sea mundial o regional, los servicios de logística son el eslabón clave que mantiene unidas dichas cadenas de valor, en este sentido existen numerosos estudios que han demostrado que la competitividad de un país se correlaciona en gran medida con su desempeño logístico, que se basa no solo en la infraestructura, el llamado hardware, sino también en el software, es decir, la capacidad de proporcionar servicios logísticos rentables y el entorno propicio.
Esto es particularmente importante para los países en desarrollo como México ya que sus servicios logísticos suelen tener un rendimiento inferior. Los países en desarrollo necesitan mejorar urgentemente su capacidad logística para alcanzar los objetivos de desarrollo.
Dada mi experiencia en la automatización de sistemas para la mejora continua de las actividades administrativas de las empresas exportadoras e importadoras, debo reconocer que la pandemia de COVID-19, que se expandió globalmente en marzo del 2020, evidenció que la logística es el elemento vital de todas las economías globales, ya que fueron las operaciones logísticas internacionales, desde el transporte, el almacenamiento y la distribución hasta la entrega, las que mantuvieron los flujos transfronterizos fluidos de suministros médicos, alimentos y otros bienes esenciales cuando la mayor parte del mundo estaba encerrado durante la pandemia.
La pandemia que hemos vivido, sin precedentes, también ha puesto de relieve la digitalización de los servicios logísticos como resultado de las restricciones de COVID-19 y la explosión del comercio electrónico, y teniendo como consecuencia inmediata la transición a una forma “digital”, haciendo que dicha transformación fuera virtualmente inevitable.
Así, la pandemia ha acelerado en gran medida la digitalización en el sector logístico. Para abordar la complejidad cada vez mayor y la mayor incertidumbre en los negocios, la digitalización ahora se considera una necesidad para cualquier operación logística así como para el cumplimiento aduanal y la gestión de la cadena de suministro.
Por ejemplo, la rápida implementación del Internet de las cosas (IoT) permite un mejor seguimiento y trazabilidad del envío y permite el intercambio rápido de información entre todas las partes involucradas a lo largo de una cadena de suministro.
Y aquí podemos mencionar algunos ejemplos en donde la digitalización ha sido una solución ante algunas crisis en donde se destaca que los problemas logísticos globales más llamativos han estado relacionados con el comercio internacional.
La escasez de contenedores y espacios en buques, las cogestiones portuarias y los altos niveles de las tarifas de flete serán escenarios que importadores y exportadores seguirán experimentando derivado de la pandemia por COVID-19, el alza en la demanda de bienes aunada a otras eventualidades como el bloqueo de un buque al Canal de Suez y los cierres parciales de actividades portuarias y productivas en China, entre otras, sin embargo la digitalización será un aliado para mitigar o hasta resolver esta crisis.
México es un país con un centro logístico de alto valor, con una posición favorable en el ámbito de infraestructura y procesos logísticos. De hecho, según el Banco Mundial, en su último ranking de 2018, México ocupó el lugar número 51, dentro del índice de desempeño logístico internacional, que mide la competitividad desde diferentes aspectos, tales como: calidad de servicios, calidad de infraestructura comercial y de transporte, entre otros. Sin embargo, ante un mercado cada vez más globalizado, el país debe seguir trabajando en su plataforma logística para lograr una mayor competitividad frente a otras naciones.
Nuestro país –México- tiene una nueva oportunidad de aprovechar su inserción dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en materia logística, pero requiere de una adecuación del marco normativo para facilitar el comercio, invertir en infraestructura de servicio, cumplir con los acuerdos en medioambiente, certeza jurídica, entre otros.
En todo este contexto, no debemos olvidar algunos datos, por ejemplo en donde se destaca que la digitalización y el e-commerce ha presentado un notable auge en México y la mayoría de las entidades que sobresalen por sus servicios y existencia de clústeres como Querétaro y Nuevo León. Esto lo corrobora la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), la cual afirma que la tasa de crecimiento en el comercio electrónico oscila entre el 30% y el 40%. El número de personas que realiza compras por internet es cada vez mayor y las empresas de logística en México deben adaptarse a esta modalidad de compra.
La clave está en seguir el incesante ritmo del auge tecnológico y las demandas del mercado. Para esto, es necesario que aquellas creencias que desplazan al cliente de las estrategias logísticas sean eliminadas. Considerando que hoy las empresas deben ir de la mano con las preferencias y tendencias de un cliente cada vez más empoderado e inclinado por la automatización de los procesos.
Ante este panorama, las organizaciones deben estar preparadas para satisfacer la creciente demanda del mercado. Para esto, es necesaria una cadena de suministro capaz de procesar todos los pedidos de la forma más eficiente posible, desde que se elabora el producto, hasta su entrega en la última milla.
Para el desarrollo de todos estos procesos, la logística en México debe impulsar un sector de distribución y transporte que sea capaz de hacer frente a todas las operaciones de traslado de los pedidos. En especial, aquellos relacionados con la última milla.
Es mandatorio el uso de sistemas de seguimiento, evidencia y trazabilidad para hacer posible el monitoreo de las cargas en tiempo real que brinde al cliente una mejor experiencia durante todo el viaje de sus mercancías.
Así, al elevar las capacidades de la logística en México con el uso de las soluciones digitales, se estará potenciando una gran parte de sus recursos. Las empresas deben trabajar en conjunto para que los retos sean superados y lograr un mayor aprovechamiento y mejora de los recursos logísticos actuales y con ello hacer frente a la demanda mundial por servicios logísticos en el mundo.