El confinamiento, el desempleo, aunado a la falta de oportunidades, que se incrementaron con la llegada de la pandemia por Covid-19, ocasionaron un aumento importante de mujeres que comercializan bienes y servicios en las redes sociales, surgiendo las famosas ‘nenis’, consideró Odile Cortés, directora operativa y fundadora de IntegraRSE.
Mencionó que, si bien y de acuerdo con un estudio de la UNAM este segmento económico genera en ventas poco más de nueve millones de pesos, estas laboran en la informalidad con los riesgos que ello conlleva, por lo que es necesario que sean profesionalizadas y operen en la formalidad.
“Existían desde antes de la pandemia, con la pandemia se hizo más evidente la necesidad de comercializar en redes o medios digitales y es cuando comienzan a tomar mucha fuerza y usar a estos medios como sus herramientas de mercadeo”.
“Ellas corren los mismos riesgos que cualquiera que está en el mercado informal, que en México es el 70 por ciento de la población, es decir, hay falta de estabilidad de ingreso y evidentemente no tienen acceso a ningún tipo de seguridad social, ni préstamos bancarios; muchas de ellas no están bancarizadas, las transacciones se hacen con efectivo, no tienen crédito a la vivienda”.
“En específico ellas presentan un riesgo adicional porque al final sigue siendo transacciones entre desconocidos, esta lógica de tener un punto medio en donde encontrarse con el comprador, sí las hace un poco más vulnerables en algunas ciudades que las ponen en riesgo de asaltos o fraudes”, explicó.
Las ‘nenis’ es un concepto que se les ha acuñado a mujeres que comercian en redes sociales cualquier producto o servicio. Originalmente su sobre nombre está relacionada con la forma cariñosa de llamarle “nena” a sus clientas, recientemente se han autodenominado Nueva Emprendedora de Negocios por Internet.
Sobre el perfil de ellas, aún no existen análisis estadísticos formales, sin embargo, de acuerdo con un sondeo realizado por Integrarse entre 500 personas que buscaron aplicar en la Neni Academy, gran parte de ellas tenía la condición de ser madre soltera o, no contar con un trabajo formal o ser recientemente desempleada o bien buscaban una manera de aumentar los ingresos en el hogar, obligadas por la pandemia.
La mayoría de ellas produce artículos artesanales, repostería y alimentos, el resto es variable como ropa, cosméticos, zapatos y diversos productos y servicios.
BARRERAS DE DESIGUALDAD
La fundadora de IntegraRSE, asociación civil cuyo objetivo es convertir a las empresas tradicionales en empresas socialmente responsables, relacionó que el crecimiento de las redes de mercado encabezadas por mujeres a través de internet es multifactorial, como el no entender el beneficio de pagar impuestos, la necesidad de cuidar a los niños en casa mientras estos no podían asistir a clases por la pandemia y, la falta de empleo formal en el país.
“El asunto es que las mujeres presentan varias barreras de desigualdad a lo largo de la vida, las primeras de ellas son el acceso a la educación a nivel universitario, eso significa que están compitiendo en mercados desiguales, sumémosle que la tasa de natalidad en México es muy temprana, y eso hace que la mujer no tenga mucha disponibilidad para poder asistir a un empleo formal, entre otras cosas”.
Por todo ello, explicó, IntegraRSE lanzó una iniciativa, que es impulsada por el departamento de Estado de Estados Unidos llamada Neni Academy, cuyo objetivo es profesionalizar a las mujeres que comercializan productos y servicios en redes sociales.
En la primera convocatoria, que recientemente cerraron, capacitarán a 200 personas, en su gran mayoría mujeres, a fin de que haya más empresas formales en México.
“Está enfocado en que estas mujeres, que hoy por hoy saben lo que es vender, que se visualicen como emprendedoras y no solo como vendedoras (…) se les hablará sobre teoría, emprendimiento, liderazgo, ser resilientes, modelos de negocio, ventas, marketing, uso de redes sociales de forma analítica, términos legales y economía digital, entre otros temas”.
Resaltó que empoderar económicamente a la mujer es el primer paso a la igualdad.