Así fue este 2021, parecido a una continuación de ese 2020 que tanto añorábamos por que terminara. Y, sin embargo, con las personas que seguimos en este barco de la vida, modificadas en muchísimos sentidos. 2021 es el año de la valentía y la innovación donde decidimos salir a probar después del año de miedo, enojo y el paso a la aceptación.
Así es como este año se ha vuelto exitoso en muchísimas cosas. Claramente hemos aprendido a cuidarnos mejor. Nos hemos convencido del valor y posibilidad real del trabajo remoto. Se unieron generaciones que creíamos irreconciliables y se abrieron mercados y negocios que aún no sabíamos que existirían tan rápidamente y de manera tan exitosa. Se consolidaron industrias, mientras unas emergieron, otras se reinventaron y otras tantas de forma casi inexplicable con la aparición del cisne negro, simplemente dejaron de existir. Se cambiaron los paradigmas del valor del trabajo, se movió el talento entre industrias y revaloramos aquello que siempre hemos dado por sentado.
Nos hemos dado cuenta que se pueden hacer tantas cosas con pequeñas modificaciones, pero sobre todo, nos ha regresado a la mente algo fundamental, la experiencia del trabajador. Lo que significa el valor del trabajo para las personas y la obligada relación que debemos de tener en las organizaciones para pensar en el éxito, la eficiencia y las metas de la empresa exactamente al mismo nivel que lo hacemos ahora pensando en la felicidad, tranquilidad, certidumbre y valor del trabajo para la persona. Todo lo que nos ha pasado, nos ha llevado a evolucionar a este pensamiento de pensar en el trabajador como el cliente al que debemos enfocarnos en brindarle la mejor experiencia de servicio y valor para que sigamos creando juntos.
Y de esta forma entra el 2022, con una obligada apertura al cambio, a la incertidumbre y lo desconocido, pero también con una enorme oportunidad de empujar el aprendizaje permanente entre las personas, la valoración de lo desconocido al ser vista con ojos inocentes de niños a lo que vendrá. Seguimos aprendiendo a controlar ese miedo y navegar con curiosidad, en lugar de asustarnos. Cada día la oportunidad de ver algo nuevo y reinventarlo todo.
Hemos cambiado la comodidad burocrática por la incomodidad creativa, lo que ha llevado a las industrias a tener una enorme claridad en el cambio de enfoque de lo que significa dar servicio y crear valor para todos sus grupos de interés.
Podemos pensar en los años que vienen como la oportunidad que nos brinda la vida, primero de seguir aquí haciendo todo lo que hacemos y valorarlo. No olvidarlo en la medida que nos acerquemos más y más a las normalidades originales. De seguir creando a nuestro paso y dejar huellas de más valor a nuestras espaldas.
Sí, el 2022 arrancará lleno de retos, como lo hace cada año en cada época, pero también con un alto enfoque en la Comunidad. En el valor de la persona y la continua necesidad de aprender a ser mejores para los y las demás personas y sobre todo cultivando un pensamiento cada vez más Comunitario, donde todos somos responsables de los demás. El humano como centro, pero no de manera individual, sino de una comunidad en la que se encuentra inserto.
Eduardo Valenti es Vicepresidente de Recursos Humanos en The Home Depot México y Presidente de ERIAC Capital Humano.