Ante la desaceleración de la cuarta ola de contagios del Covid-19 y la tendencia mundial a disminuir las medidas restrictivas de las actividades económicas y sociales, la educación superior, en nuestro estado y en el país, enfrenta grandes desafíos que solo podrán superarse con el esfuerzo conjunto de los gobiernos estatal y federal, las Instituciones de Educación Superior (IES), la iniciativa privada y la sociedad en general.
Un efecto positivo de la pandemia fue impulsar la transformación digital, que ya venía desarrollándose a raíz de la cuarta revolución industrial con cambios disruptivos en todas las áreas del conocimiento, acelerando el uso de recursos y herramientas digitales en la educación y en la investigación.
Por ello, en la mayoría de las Instituciones de Educación Superior (IES), de México y del mundo, ha sido exitosa la implementación de estrategias, medidas y acciones para dar continuidad al proceso de enseñanza-aprendizaje en la modalidad en línea.
Con creatividad y la participación del sector público, privado y social, se logró migrar de una educación básicamente presencial a una digital en un corto tiempo.
De esta manera, ante el surgimiento de la pandemia, el primer desafío que las IES enfrentaron fue el de cambiar rápida y eficazmente a la modalidad en línea lo que significó un cambio disruptivo para dar continuidad al proceso de enseñanza – aprendizaje.
Este esfuerzo permitió ofrecer a millones de estudiantes opciones educativas evitando con ello la frustración de sus planes de desarrollo profesional.
Por ejemplo, en el caso de la Universidad Autónoma de Nuevo León, implicó migrar todos los cursos a la modalidad no escolarizada opción en línea, creando más de 80 mil aulas virtuales a través de la plataforma Microsoft Teams y apoyados en otros recursos didácticos digitales con la participación de 7, 000 profesores.
Su Estrategia Digital, permitió sentar las bases para que la UANL, al igual que la gran mayoría de las IES del estado, iniciara clases presenciales y en la modalidad híbrida, el pasado 14 de febrero
Sin embargo, ahora el segundo desafío se relaciona con la necesidad de que el modelo híbrido presencial-virtual, asegure la excelencia académica, la realización de prácticas de laboratorio y el impulso a la investigación de impacto social.
Porque si bien se cumplió exitosamente con la cobertura y la continuidad, todavía no se conoce el impacto en el nivel de la calidad educativa de la súbita implementación de la modalidad en línea
El tercer desafío se relaciona con cerrar la brecha digital entre estudiantes y entre las IES para que nadie se quede atrás por lo que es prioritario garantizar acceso a los recursos digitales necesarios a toda la población estudiantil y a las IES de zonas y entidades rezagadas.
Esto hará posible amplíar la cobertura y avanzar en el cumplimiento de la responsabilidad social de hacer realidad el derecho constitucional de todas y todos los jóvenes a una educación superior que los forme como profesionistas competentes y competivos en el ámbito mundial.
En especial, es importante destacar la obligación de ofrecer una educación integral de calidad, incluyente, plural y equitativa que reduzca la brecha educativa y propicie el desarrollo potencial de los jóvenes estudiantes.
Al respecto es importante recordar que la educación superior es la llave maestra que abre las puertas a la plena realización del ser humano y al desarrollo sostenible y equitativo de las naciones.
De acuerdo con las tendencias mundiales, los cambios hasta ahora realizados en las modalidades educativas son irreversibles por lo que si pretendemos que Nuevo León continúe siendo reconocido por su calidad educativa, capacidad de innovación y desarrollo tecnológico y empresarial, es necesario consolidar y ampliar el uso de las Tecnologías de Información, Comunicación, Conocimiento y Aprendizaje Digital (TICCAD).
En la post-pandemia, ante una nueva realidad, se requiere de la visión y acción conjunta y coordinada del sector público, privado y social para consolidar a la educación superior y a la investigación científica y desarrollo tecnológico como pilares del nuevo capital intelectual en el mundo de la era digital.
El autor es economista, demográfo y politólogo, catedrático de la Universidad Autónoma de Nuevo León.