Monterrey

Exige el entorno actual que las empresas tengan tesorerías inteligentes OPEN

Una tesorería inteligente es aquella que actúa en el presente con la mira puesta en el futuro, en concreto en la utilidad futura de la compañía

(Shutterstock)

El actual entorno nacional e internacional, en materia de economía, finanzas, pandemia y conflictos bélicos que impactan el orbe, exige que las empresas cuenten con tesorerías sanas y además inteligentes, consideró Carlos Peña, director de OPEN Opportunities Consulting Group.

Una tesorería inteligente, explicó es aquella que actúa en el presente con la mira puesta en el futuro, en concreto en la utilidad futura de la compañía, para ello se tiene que entender que el manejo de la tesorería afecta las utilidades netas futuras de la firma, y por ello es crítico actuar en consecuencia desde hoy.

Para ello dijo es necesario definir diez puntos importantes con los que toda tesorería sana debe de contar: 1) Conocer las funciones y responsabilidades de la tesorería. 2) Determinar el mínimo de efectivo para operar. 3) Analizar los indicadores financieros que impactan a la tesorería. 4) Evaluar al sistema financiero como fuente de financiamiento. 5) Considerar el efecto de las fuerzas macroeconómicas en la tesorería. 6) Evaluar las necesidades de flujo a corto, mediano y largo plazo. 7) Determinar el costo promedio de capital de la empresa. 8) Evaluar el Valor Económico Agregado, EVA, para la operación de la empresa. 9) Analizar el crecimiento y diversificación de la firma y su efecto en la tesorería. 10) Resaltó que el efectivo mínimo para la operación de la empresa se obtiene al dividir los desembolsos totales anuales entre la rotación en caja, mientras que los factores que impactan a la tesorería son básicamente la necesidad de liquidez, rentabilidad, endeudamiento, razón de efectivo, la prueba del ácido, y los indicadores de eficiencia.

En cuanto a las fuentes de financiamiento, señaló que son, en el sector bancario, la banca múltiple, la de desarrollo y los organismos de fomento; En el mercado de valores, el mercado de capitales o de deuda; Y los no bancarios, son las SOFOMES, SOFIPOS y las uniones de crédito, y hay que tener todos ellos presentes para mantener una cartera balanceada de créditos.

Otros factores que una tesorería inteligente debe tener presentes son los denominados macroeconómicos, como el PIB, la inflación, el desempleo tipo de cambio, así como eventos como la pandemia y/o la situación de guerra en Ucrania.

Para determinar el flujo operativo, explicó Peña, se deben de tomar todos los ingresos operativos y restar los egresos operativos.

Lo anterior, dijo, nos permite determinar los flujos de operación de corto, mediano y largo plazo, para enfrentar asimismo la operación diaria, la ciclicidad anual y las oportunidades, y en el largo plazo la oportunidad de crecer y expandir la empresa.

Finalmente, señaló, llegamos a lo que es el WACC, Weighted Average Cost of Capital, también denominado costo promedio ponderado del capital, CPPC, que es la razón porcentual de descuento que debe utilizarse para determinar el valor presente de un flujo de caja futuro, esto, en un proceso de valoración de empresas, activos o proyectos.

Asimismo, añadió, es necesario conocer el EVA, Valor Económico Agregado, que es el resultado obtenido una vez que se han cubierto todos los gastos y satisfecho una rentabilidad mínima esperada por parte de los accionistas, esto es, es un tipo específico de cálculo de ingreso residual.

El EVA, dijo Peña, se utiliza en la planeación estratégica, toma de decisiones, prospectiva, la asignación de capital para adquisiciones, y un sinfín de otros destinos del dinero de la empresa.

Las tesorerías inteligentes, añadió, deben también ser capaces de determinar el rendimiento de la compañía, esto básicamente es restar al dinero ganado, la suma del costo de capital para conseguir las ganancias.

En finanzas, dijo, lo conocemos como ROI, Return of Investment, o Retorno Sobre Inversión, y se usa para saber cuánto ganó la empresa a través de sus inversiones. Para calcular el ROI es necesario sumar los ingresos totales, sustraer de estos los costos y finalmente, dividir ese resultado por los costos totales.

“En Open, nosotros utilizamos el ROI en nuestra estrategia de inversión exponencial EE-ROITrack, la cual considera el perfil del inversionista, la renta variable, el interés compuesto”.

Hay, explicó, diferentes tipos de tesorerías, dependiendo de su nivel de sofisticación, en las más tradicionales, sencillas, conservadoras o cerradas, el flujo de efectivo se invierte regularmente en instrumentos bancarios de renta fija a 28 días, con rendimientos promedio de 6 por ciento, esto es por debajo de la inflación.

“Existe otro nivel, la tesorería abierta o intermedia, que invierte un 70 por ciento en renta variable y 30 por ciento en renta fija, con rendimientos promedios de hasta 70 por ciento, muy por arriba de las tradicionales”, añadió.

De este modo llegamos a las firmas más sofisticadas, con capacidad de invertir en bolsa, nosotros las llamamos con estrategia exponencial, estas invierten un 50 por ciento en renta variable, con riesgo controlado, y un 50 por ciento en renta fija, en nuestro modelo de negocio EE-ROITrack promedian rendimientos de 116 por ciento.

“Estas empresas con tesorería inteligentes y con estrategias exponenciales, diversifican en plazo y en tipo de instrumento, los cuales colaboran en sus razones financieras y en la emisión privada de papel bursátil”. concluyó.


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